Un negocio para los pescadores españoles y asiáticos

El Mundo, 18-05-2006

En el Puerto de La Luz y de Las Palmas, en la isla de Gran Canaria, es un secreto a voces. Pescadores españoles que faenan en aguas mauritanas traen con asiduidad inmigrantes a bordo de sus barcos, enrolados como tripulación o escondidos.Una vez que llegan a puerto, éstos desaparecen por arte de magia, «y si te vi, no me acuerdo», cuenta a EL MUNDO un pescador que mantiene el anonimato «para evitar represalias». «Si vienen enrolados, con decir que se han escapado, basta; y si estaban escondidos, salen del barco y a caminar ligero», manifiesta.


«Se empezó a hacer en el año 2000, cuando esta gente [en referencia a los subsaharianos] comenzó a fijarse en España como puerta de entrada a Europa», continúa el pescador. «Primero subían dos, luego tres y ahora se hace de 10 en 10». El trayecto cuesta a cada inmigrante 3.000 euros, «una paga extra para el patrón del barco, porque la tripulación no saca beneficio alguno, pero se calla y mira para otro lado».


Algunos de estos barcos negreros regresan a Canarias desde Mauritania cada semana, cuando lo habitual es que estas embarcaciones estén faenando unos 20 días. «La Policía de frontera tiene indicios de que esto pasa, pero no ha pillado a ninguno con las manos en la masa; sólo a principios de año un patrón se pegó un buen susto, pero sigue en sus trece», dice el denunciante, que prefiere no dar nombres «por si acaso».


El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, recalcó a este diario que «a lo largo de toda la vida, por vía marítima, en cualquier puerto español, se ha colado gente». No obstante, para Segura «la entrada de inmigrantes a bordo de barcos convencionales, cargueros, portacontenedores o pesqueros, hoy en día, es escasísima».


El delegado se mostró convencido de que los pesqueros españoles no llevan a bordo a ilegales. «Si la Policía tuviera el más mínimo indicio, cumpliría con su obligación», sentenció.


De lo que sí está convencido Segura es de que entre las organizaciones mafiosas hay ciudadanos de países asiáticos que faenan en el litoral de Africa. «Se reciben informaciones de muy distinto matiz que a mí me inducen a pensar de esa manera, lo que no quiere decir que no coexistan otras economías familiares; es decir, que hay familias en Mauritania que compran un cayuco y se lo venden a estas personas que están desesperadas y quieren cruzar el charco como sea».


El pasado sábado llegó al Puerto de La Luz y de Las Palmas un barco pesquero con 18 inmigrantes y la Policía detuvo al capitán, a los tripulantes y a los sin papeles. El barco en cuestión, de nombre Mapo Peche I, es de bandera de Mauritania, tiene 40 metros de eslora y ha atracado en más ocasiones en el puerto grancanario. Esta vez nadie pudo salir del barco, ya que la Policía aguardaba a pie de muelle.


Por otro lado, el delegado del Gobierno desmintió las declaraciones realizadas por el presidente de Coalición Canaria (CC), Paulino Rivero, quien aseguró que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le había confirmado la existencia de buques nodriza, que acercan a los inmigrantes irregulares a la costa y los dejan a bordo de pequeñas embarcaciones para que prosigan solos el camino hasta su destino. «No hay un solo informe de los servicios especializados de Extranjería donde se pruebe que existan barcos nodriza. Si se hubiesen visto, se habrían detenido», destacó Segura.

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