«Ayuda, lo humano es protegerlos»
Un barco alemán con 64 migrantes lleva cinco días en alta mar al negarse Italia y Malta a que desembarquen en un puerto seguro
Diario Sur, , 08-04-2019Llevan cinco días en alta mar a la espera de que algún país europeo permita su desembarco en un puerto seguro después de que Italia les negase el auxilio el sábado. Ayer lo intentaron con Malta. El barco humanitario ‘Alan Kurdi’, con 64 migrantes a bordo – entre ellos dos niños y una embarazada – , se encuentra en el Mediterráneo Central, a pocas millas de la costa maltesa adonde llegó tras recibir la negativa de las autoridades italianas a que la embarcación atracase en la isla italiana de Lampedusa. Italia solo permitía el desembarco de dos madres con sus hijos, de uno y seis años, pero las mujeres se negaron a abandonar el barco y separarse del resto de sus familiares.
La nave ‘Alan Kurdi’, que toma su nombre del niño sirio ahogado en 2015, puso entonces rumbo a Malta para protegerse del empeoramiento de las condiciones del mar. Los alimentos y bienes de primera necesidad ya empiezan a escasear, por lo que necesitarán hacerse con provisiones, de ahí la necesidad de llegar a un puerto seguro en las próximas horas. «El clima se está poniendo duro. Esperamos que las mentes políticas se calmen rápidamente y hagan lo que es humano, proteger la vida humana», publicó la organización en Twitter, junto a una petición de «ayuda» al primer ministro maltés, Joseph Muscat.
A bordo viaja Benjamín, un nigeriano de 30 años que partió con el resto desde Libia, un país sumido en la guerra y la violencia desde 2011 y que vive ahora un repunte de la hostilidad con los intentos del mariscal Jalifa Hafter de tomar la zona de Trípoli. Llego a Libia en 2015 y su estancia ha sido como «un infierno», explica en un vídeo publicado en las redes sociales de la organización alemana: «Es el país más terrible que he conocido desde que nací, no está civilizado», lamenta. «A nosotros los negros nos usan como esclavos, venden a los seres humanos. Me vendieron en dos ocasiones, por 500 dinares (unos 300 euros). Os venderán por 500 dinares. Desde que llegué, no tuve libertad», advierte en un intento de desanimar a otros inmigrantes a seguir sus pasos.
Como en otros casos anteriores, la embarcación en la que viajan personas como Benjamín permanece en alta mar a la espera de que algún país europeo y seguro permita su desembarco, dado que Italia y Malta, los más cercanos, persisten en su negativa. El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, no tardó en celebrar en sus redes sociales que el barco decidiese poner rumbo a la costa maltesa: «Marcha atrás. La ONG directa a Malta. Muy bien, en Italia no se pasa», escribió en Twitter, junto a la etiqueta «puertos cerrados».
Salvini, también vicepresidente del Gobierno que comparte con el Movimiento Cinco Estrellas, ha impulsado una política de puertos cerrados para las organizaciones humanitarias que rescatan migrantes, a las que acusa de favorecer el fenómeno migratorio. Italia ha urgido a Alemania a hacerse cargo de estos 64 migrantes por ser de ese país el barco humanitario que los rescató el miércoles. Precisamente el permiso para desembarcar a las dos madres y a sus dos niños era parte de un acuerdo según el cual, tras recibir atención médica en Lampedusa, serían trasladados a Alemania, informan los medios locales.
El Gobierno de Merkel no descarta hacerse cargo de «algunos» de los 64 migrantes rescatados por el barco de la ONG Sea Eye «siempre que otros países de la Unión Europea participen en la operación (…). Estamos muy lejos de lograr una solución europea a la acogida de refugiados», indicó el ministro del Interior. Horst Seehofer recordó que los miembros de la UE no han conseguido «en años» consensuar un reparto «equilibrado y justo» de los refugiados que llegan a territorio comunitario.
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