Atenas, 3 abr (EFE).- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) declaró este martes que el principal reto de Grecia respecto a la migración es ampliar las plazas de alojamiento en la parte continental, para poder trasladar a más refugiados de las islas al continente.

El responsable de la OIM para Grecia, Gianluca Rocco, informó de que la situación en las islas es “mejor”, en parte debido al esfuerzo del Ministerio de Migración para trasladar a los solicitantes de asilo desde septiembre pasado, y ahora la cuestión es ampliar las plazas de alojamiento en el continente.

Como parte de la estrategia, la OIM tiene alquilados un total de 56 hoteles donde residen 6.310 personas, una solución temporal que esperan alargar al menos hasta junio, aunque debido a la aproximación de la temporada estival están encontrando mayores dificultades para renovar dichos acuerdos.

Otra de las medidas que adoptará la OIM es la ampliación de plazas en los campos y, además, está explorando la opción de adecuar edificios públicos para alojar a refugiados, algo que aún está en una fase inicial.

Por el momento, se han instalado tiendas de campaña de forma temporal, recalcó Rocco en los campos de Nea Kavala y Skaramagás.

Paralelamente, Rocco apuntó que la reciente decisión del Gobierno griego de fijar seis meses como tiempo máximo de estancia en viviendas públicas para los refugiados ya reconocidos también contribuirá a ampliar las plazas disponibles.

Para Rocco, esta decisión supone un “gran paso” porque empieza a gestionar la salida de los refugiados del sistema de protección, y ya no pone el foco sólo en las nuevas llegadas.

Respecto a los incidentes racistas que han tenido lugar en las últimas semanas en Grecia, Rocco apuntó que esto no significa que haya un cambio de actitud de la sociedad griega hacia los migrantes, sino que pueden estar relacionados con la proximidad de las elecciones o responder a dinámicas locales específicas.

Uno de los últimos incidentes se produjo el pasado 19 de marzo, cuando cerca de un centenar de refugiados, entre ellos varios niños, fueron atacados con palos y piedras por un grupo de vecinos que querían evitar que se instalaran en un hotel proporcionado por la OIM en Vilia, a unos 55 kilómetros de Atenas.

Rocco informó de que después de este incidente habló con las comunidades migrantes afectadas y ahora “todo ha vuelto a la normalidad”.

Asimismo, subrayó la importancia de los programas para la integración que está empezando a implementar el Gobierno griego, y destacó la necesidad de que mantengan un equilibrio entre los refugiados asistidos y los griegos más vulnerables, desempleados o aún muy afectados tras la crisis económica.

Según Rocco, es importante que estos programas se expandan más allá de Atenas y Salónica y colaboren con las autoridades locales para garantizar la integración en todo el territorio griego.