Renfe ha expulsado a nueve vigilantes de seguridad y abierto un expediente informativo por la agresión a un usuario que viajaba sin billeteen el intercambio de la estación barcelonesa de Plaza Cataluña el pasado miércoles. La empresa ha explicado que el expediente podría acabar en sanciones para los agentes implicados.

Según denunciaron las plataformas SOS Racismo y EsRacismo, los vigilantes persiguieron al joven, lo rodearon, inmovilizaron y finalmente lo golpearon reiteradamente con sus porras en una actuación que califican de «desproporcionada y racista» contra el inmigrante. En otras imágenes difundidas en las redes sociales se ve como acaba con la cara ensangrentada. Es por ello que Renfe ha retirado a los vigilantes implicados en la paliza alegando que la empresa «no tolera ninguna actitud de maltrato ni discriminación hacia las personas».

En consecuencia se ha abierto un expediente con el fin de determinar si los sucesos constituirían una falta, aunque la ferroviaria ya ha exigido a las empresas de seguridad Ombuds y Sureste «que retiren del servicio de Renfe a los vigilantes implicados hasta la resolución del citado expediente, procedimiento habitual en casos como estos».

«Pasa constantemente»

La presidenta de SOS Racismo Madrid, Paula Guerra, ha denunciado en una conversación con ABC que el de Barcelona es un caso más entre los muchos que se reportan a la organización y que suceden cada día en España, especialmente por parte de los equipos de seguridad del transporte público. «Cuando la persona es caucásica la respuesta no son golpes, solo una notificación de protocolo. Cuando son migrantes la respuesta es siempre la misma; una agresión física o verbal», explicó Guerra.

Aunque aplauden la decisión de Renfe de apartar a los vigilantes del servicio, la plataforma antirracista apunta que las medidas «suelen ser insuficientes, y la prueba de ello es que las agresiones siguen sucediendo». Como posible solución, la presidenta comentó la idea que plantean las organizaciones; «Se debería crear un protocolo y formación interna en las empresas para que los vigilantes sepan cómo actuar en estos casos y se lo piensen dos veces». Guerra asegura que de la gran cantidad de denuncias que reciben , muy pocas se viralizan porque casi ninguna se apoya en un vídeo. Este caso ganó popularidad gracias a ello, tras ser enviado por su autora al blog de la plataforma destinado a recoger denuncias.