Bruselas- Italia llevaba meses amenazando con que vetaría prorrogar la Operación Sofía, la misión naval militar de la UE que patrulla el mar Mediterráneo Central. Finalmente se ha impuesto. Roma no quiere que los migrantes rescatados por esta operación acudan a sus costas. La UE ha llegado a una especie de acuerdo político in extremis para extender su mandato, que termina el 31 de marzo, pero la misión marítima se queda “temporalmente” sin barcos en el mar.

La Operación Sofía es la misión militar europea que patrulla la ruta del Mediterráneo Central, que conecta principalmente Libia con Italia. Nació en 2015 con el objetivo de desarticular las redes de tráfico de personas y frenar la inmigración irregular. A día de hoy también contribuye a erradicar el contrabando de petróleo y la compraventa de armas que tiene su principal centro neurálgico en Libia. Ahora el Gobierno que lidera Italia, formado por el Movimiento 5 Stelle y la Liga, ha utilizado su poder de veto en la UE para evitar prorrogar la operación, que expira el próximo 31 de marzo, tal y como la conocemos. El martes la UE salvó in extremis el mandato de la operación. Se ampliará, a falta de la aprobación oficial del Consejo, durante otros seis meses. Pero Italia se apunta un tanto: la operación naval no contará con buques que patrullen las aguas mediterráneas.

Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE, que ve en Sofía uno de los logros de su paso por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) que deja en los próximos meses, ha sido una férrea defensora de la misión, a pesar de las constantes críticas sobre el entrenamiento de la UE a unos guardacostas libios bajo la sombra de violar los derechos humanos de refugiados y solicitantes de asilo que son devueltos en su intento de pisar Europa a la ingobernable Libia.

Ayer, la jefa de la diplomacia europea tampoco se libraba de las críticas por no comparecer para dar más explicaciones de este acuerdo, que no ha sentado bien en buena parte de las capitales europeas. La Comisión Europea tenía muy complicado explicar en la rueda de prensa diaria cómo una de las operaciones navales más importantes de la UE va a ejercer sus competencias sin navíos en el mar. “Sofíaes una operación marítima. Está claro que sin buques, la misión no podrá ejercer su mandato de forma efectiva “, reconocía Maja Kocijancic, portavoz del SEAE.

Italia ha impuesto así su agenda porque no está dispuesta a que los migrantes y solicitantes de asilo rescatados por Sofía desembarquen en sus costas. Las capitales europeas no han llegado a ningún acuerdo sobre estos desembarcos.