El presidente canario, Adán Martín, acusó ayer al Ejecutivo de Zapatero de haber incumplido las promesas que formuló en marzo pasado para contener la inmigración procedente del África subsahariana, que se ha cobrado más de un millar de vidas desde entonces. No fue la única voz crítica contra la Administración central. El consejero de la Presidencia, José Miguel Ruano, la culpó de haber relegado al archipiélago en el olvido, mientras el líder de la oposición, Mariano Rajoy, aseguró que la política de inmigración es «cada día peor» y se está convirtiendo en un problema «de incalculables proporciones».

El Ejecutivo canario atribuyó la irrupción de un millar de africanos el pasado fin de semana – y la llegada ayer de otros tres cayucos más con doscientas personas – a los compromisos no respetados por el Gobierno central. «Era algo previsible en cuanto mejorasen las condiciones del mar», recordó Ruano, quien exigió un asiento para su Gobierno en la Cumbre Euroafricana que se celebrará en Marruecos en julio. Precisamente, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, explicará hoy en el Congreso la postura de España durante esa cita diplomática.

No todo fueron reproches de las autoridades canarias, pues reconocieron que el dispositivo militar anunciado por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, es acertado. No obstante, reiteraron que los centros de los inmigrantes están atestados de gente y se quejó de que muchos policías se han tenido que desplazar desde el sur Tenerife para afrontar la oleada de personas ‘sin papeles’. Los juzgados de la isla también han quedado colapsados en pocos días.

Sin conjeturas

Por este motivo, el consejero Ruano pidió que no se hagan conjeturas sobre el origen senegalés de los africanos rescatados estos días, porque no está comprobado y, además, frenan su repatriación al no existir un convenio entre España y el país africano. El presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melcior, a la sazón senador de Coalición Canaria, expresó el malestar de las fuerzas políticas locales con más dureza. Arremetió contra Zapatero por estar «más preocupado del problema de Repsol en Bolivia» y consideró inexplicable la «poca eficiencia» del Gobierno socialista. «¿No hay capacidad para detectar la presencia de buques nodriza?», se preguntó Melcior. «¿No existe una mínima información? ¿No sabemos que los motores de los cayucos, que son ‘Yamaha’, tienen un número y se puede conocer dónde se compran y se venden?».

El líder del PP, Mariano Rajoy, planteará la política de inmigración en el debate del Estado de la Nación. Ayer invitó a Rodríguez Zapatero a presionar a la Unión Europea para convertir los flujos migratorios se conviertan en el eje de la política exterior comunitaria. Con los países africanos propuso combinar las exigencias y las medidas de colaboración, aplicando «sin demoras de ningún tipo» los convenios de repatriación. El PP cree necesario reparar «el malestar causado en la UE» por el proceso de regularización masiva.