No es habitual que un Gobierno reconozca los méritos del anterior, sobre todo cuando sus políticas se caracterizan por ser tan dispares. Pero, ayer, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, calificó en Lisboa de «correcto» el acuerdo de repatriación de inmigrantes irregulares adoptado por el Ejecutivo de José María Aznar para aliviar la presión de acogida de las islas Canarias, derivando a los sin papeles hacia la Península.

«Canarias necesita ayuda, necesita colaboración porque no puede atender sola este flujo de inmigrantes», aseguró Caldera. Sólo este fin de semana han llegado a las islas más de 1.000 sin papeles.

En su opinión, el actual Gobierno ya está dando muestras de solidaridad con el archipiélago y la intención es continuar la política de repatriación de la era Aznar para contribuir a aliviar la situación.«Nosotros estamos manteniendo ese acuerdo porque es correcto», subrayó.

El titular de Trabajo y Asuntos Sociales participaba ayer en Lisboa, junto sus homólogos europeos, en una conferencia sobre políticas de familia a la luz de los cambios demográficos en Europa y diferentes modelos de vida familiar.

A pesar de la llegada masiva de inmigrantes irregulares de manera escalonada, Jesús Caldera defendió desde la capital portuguesa que ha habido una «reducción espectacular» en las entradas clandestinas.«Llegan muchos menos inmigrantes ilegales que en 2002, que en 2003 y que en 2004, cuando gobernaba el señor Aznar».

«Otros medios»

No obstante, reconoció que «es cierto que este año ha aumentado el número de inmigrantes procedentes de Africa debido al fenómeno de los cayucos; pero no nos engañemos: el número masivo e importante de inmigrantes no llega a través de las pateras, llega por otros medios».

En este viaje, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales aprovechó la ocasión para insistir en la necesidad de que la Unión Europea cree una política de inmigración común, porque éste no es un problema que afecta de manera aislada a España. «Esta tragedia humanitaria afecta a todos porque el destino final de estas personas no es España, es Europa», afirmó.

También quiso agradecer a Portugal la cooperación emprendida recientemente entre ambos países para aprovechar la experiencia lusa en Africa, ante todo en Cabo Verde y Guinea Bissau, a los que España quiere enviar delegaciones diplomáticas y con los que quiere establecer convenios de repatriación, como los que ya mantiene con Marruecos o Mauritania.