La Agencia Europea de Fronteras también está extremadamente preocupada por el fuerte incremento de la llegada de inmigrantes irregulares a las fronteras europeas. El nuevo organismo, que próximamente cumplirá su primer año de vida, quiere estar en la primera línea de los análisis de los problemas.

Así, en su primer informe sobre Mauritania, elaborado por la Unidad de Análisis de Riesgo, recomienda a los países de la UE que redoblen sus esfuerzos para «identificar el mayor número de inmigrantes ilegales que consiguen llegar a sus territorios y que no tienen derecho a permanecer en ellos, para que sean repatriados a sus países de origen». Y para lograr este fin, las identificaciones, la Agencia Europea de Fronteras pide a los países de la UE «un uso más eficaz de los servicios de Inteligencia y de Información».

Los expertos de esta agencia advierten de que a medio y largo plazo «es posible que sea necesario proporcionar una importante ayuda técnica y financiera a Mauritania para que mejore sus infraestructuras y reduzca la amenaza de la inmigración ilegal». Apuesta también por la puesta en marcha de patrullas conjuntas entre las autoridades de Mauritania y de España «en aguas territoriales de Mauritania».

Esta agencia europea coincide con las cifras oficiosas, facilitadas por ONG, sobre la cantidad de inmigrantes que se agolpan en Mauritania para entrar en España. «Un gran número de futuros inmigrantes ilegales, principalmente de Africa Central y de Africa Occidental, se han reunido en campamentos provisionales en ese país a la espera de una oportunidad para pasar a Europa». Tras advertir de que es muy complicado calcular un número, sí estima que la cifra puede ascender al medio millón, según se refleja en su informe, remitido a la Comisión Europea.

Los analistas destacan la «gran flexibilidad» de las organizaciones mafiosas que controlan el negocio con seres humanos, que son capaces de ir adaptándose a las medidas que la Unión Europea trata de poner en marcha para frenar el fenómeno. Así, conforme se les presiona en unas zonas, «modifican sus rutas». Además de utilizar naves mucho más preparadas y rápidas que las conocidas pateras, usadas para cruzar el estrecho desde Marruecos, también aprovechan la tecnología. Así, todas estas naves están equipadas con GPS, con el fin de fijar el rumbo y no perderse en alta mar.

Uso de barcos españoles

Tal y como publicó este periódico, la Agencia Europea de Fronteras denuncia también el uso de «barcos pesqueros españoles, franceses y portugueses que remolcan las embarcaciones desde Mauritania hasta las costas de las islas Canarias. Allí, los pesqueros sueltan los cayucos».

En cuanto a la «valoración de la amenaza», este organismo calcula que «cerca de 3.500 inmigrantes ilegales procedentes de las costas de Africa han llegado a las islas Canarias en las primeras 11 semanas de 2006 (una tercera parte de ellos en un periodo de sólo ocho días en marzo), comparándolos con los 4.751 que llegaron en 2005 y los 8.519 en 2004. Además, al menos 1.000 inmigrantes ilegales se han ahogado entre noviembre de 2005 y marzo de 2006 en trayectos marinos hacia las fronteras de la Unión Europea».

La Agencia Europea de Fronteras también destaca la creciente llegada a Mauritania de ciudadanos de la India, Pakistán y Bangladesh, «que han pasado a Mauritania después de llegar por avión a Marruecos».