EEUU SE BLINDA CONTRA LOS EXTRANJEROS / El candidato oficialista y líder en las encuestas, Felipe Calderón, calificó de «lamentable» la decisión / Según algunos analistas la medida provocará más muertos en la línea divisoria

México, preocupado por la militarización de la frontera con Estados Unidos

El Mundo, 17-05-2006

«Mientras no interrumpan el flujo de remesas, no hay problema», dice el presidente Vicente Fox a su ministro de Exteriores en una de las viñetas publicadas ayer en el diario La Jornada. El caricaturista ironizaba de esta forma con la tibia respuesta ofrecida por el Gobierno mexicano al anuncio norteamericano de reforzar militarmente su frontera del sur.


Por el contrario, el resto de la clase política mexicana cargó airada contra el anuncio del vecino del norte y habló de «ofensa para México», «ataque a la dignidad», «método inadecuado» o «fracaso de la política exterior». Además, políticos y analistas coinciden en que la medida sólo elevará el lucro para los traficantes de personas o polleros que operan en la frontera.


A través de su portavoz presidencial, Rubén Aguilar, el Gobierno mexicano se limitó a expresar su «preocupación» por la decisión anunciada el día anterior por televisión por el presidente de EEUU, George W. Bush y el hecho de que no estén acompañadas de «avances suficientes» en la reforma migratoria que se discute en el Congreso estadounidense.


Según explicó su portavoz, el presidente Vicente Fox recibió, el día de su intervención por televisión, una llamada de su homólogo estadounidense garantizando que el despliegue «no implican la militarización de la frontera», a pesar de que los 6.000 hombres que serán trasladados a la frontera forman parte de la Guardia Nacional que combate en Irak y Afganistán. Por si acaso, el Ministerio de Exteriores anunció que «redoblará sus esfuerzos de protección en los consulados para garantizar el debido respeto a los derechos» de los mexicanos.


Duras reacciones


Al margen de la posición oficial, las demás formaciones políticas reaccionaron con dureza al anuncio del vecino del norte. Los senadores de la oposición Humberto Roque, del PRI, y Raymundo Cárdenas, del PRD, reclamaron que el presidente Vicente Fox haya aceptado la militarización de la frontera por parte de Estados Unidos, a cambio de la promesa de la reforma migratoria.


«El Ejecutivo se conformó con una llamada del presidente Bush».«Por supuesto que faltó pericia y dignidad. Este Gobierno es el que más cercano se ha sentido a Estados Unidos y particularmente al Gobierno de Bush, pero todo ha sido un fracaso, porque es la primera vez que nos van a enviar tropas a la frontera con México», dijo el dirigente priista.


Para el secretario general del PRD (Partido de la Revolución Democrática), Guadalupe Acosta Naranjo, la decisión de militarizar la frontera es equiparable con las políticas segregacionistas y racistas que en su momento aplicaron los nazis con los judíos, el régimen blanco en Suráfrica con los negros y otros gobernantes autoritarios.


Según algunos analistas la medida provocará más muertos en la frontera, tanto directa como indirectamente, y obligará a los migrantes a irse por la parte más peligrosa del desierto de Arizona (Estados Unidos).


Enzarzados en plena campaña por la Presidencia del país, hasta el candidato oficialista y líder en las encuestas, Felipe Calderón, fue mucho más duro que el presidente Fox y calificó de «lamentable» la decisión. Y dijo que «abona las lecturas erróneas de quienes creen que la solución a los flujos migratorios en América del Norte son más vallas, más sensores y más agentes».


Para el candidato del PRI (Partido de la Revolución Institucional), Roberto Madrazo, la militarización de la frontera norte es la mayor evidencia del fracaso de la política exterior del Gobierno del presidente Vicente Fox, añadió que esa acción va en contra de la dignidad de cualquier pueblo.


«En cinco años, Vicente Fox ha sido incapaz de tener una política clara con el Gobierno de Estados Unidos para resolver el grave problema de los mexicanos que viven en ese país y aquellos que quieren irse por la falta de trabajo», afirmó Madrazo.


Lo único que consiguieron los mexicanos, dijo, «fueron promesas que ahora terminan con una decisión francamente absurda que va en contra de la dignidad de cualquier pueblo», dijo el candidato del PRI.


En la línea condescendiente expresada por el presidente Fox, su ministro de Exteriores, Luis Ernesto Derbez, señaló que la militarización es algo «completamente opuesto» a lo que debe existir entre ambos países, que son amigos y socios preferenciales, pero sobre todo porque hay una relación «muy positiva».


La cancillería mexicana rescató, incluso, el reconocimiento que hizo el presidente Bush por televisión «a la importancia que los inmigrantes tienen para la vida económica, social y política de ese país» y su respaldo para afrontar «a través de una reforma integral, todas las aristas del fenómeno migratorio».

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