Rajoy lo tiene claro: «Bolivia nos ha humillado» y «la política exterior española está en la indigencia».

Así ve las cosas el líder del PP desde el último desplante de Evo Morales, a través del BBVA y el reciente expediente de la Unión Europea al Gobierno de Madrid a cuenta del decreto sobre la OPA.

«A España», proclamó ayer Rajoy tras su reunión con el comité ejecutivo de su partido, «se le ha perdido el respeto en todo el mundo».

«Nos expropian en Venezuela» pasó a enumerar a continuación; «nos expropian y actúan contra nuestros intereses en Bolivia; no se ataca a las mafias que traen inmigrantes ilegales de Marruecos y Mauritania; y además, no somos nada en Europa».

Para Rajoy, la reciente Cumbre latinoamericana y europea en Viena ha sido el escenario más palpable de que «el papel de España ha sido ninguno», y la mejor prueba de contraste con la influencia «determinante» que, según insistió, tuvo España con el Gobierno del PP.

De la misma manera, las avalanchas de cayucos sobre las costas canarias, son para el presidente popular el reflejo de la inexistencia de política en cuatro frentes: en la Unión Europea, en Africa, en el control de fronteras y en los planes de integración.

Un problema éste, el de la inmigración ilegal, de que apuntó «un problema de incalculables proporciones» en lo social y en lo económico, y que, según anunció será uno de los «ejes» de su próximo Debate sobre el Estado de la Nación».

Pero entre todos estos problemas, el líder del principal partido de la oposición puso un énfasis especial en la humillación recibida del presidente boliviano, Evo Morales.

«Le hemos recibido con alabanzas», ironizó, en referencia a Zapatero, «y ha engañado al Gobierno español y aninciado la incautación de los fondos del BBVA».

«Yo le pido al presidente del Gobierno», proclamó, «que haga una gira a Iberoamérica, para exigir que se respete la Ley; que se nos respete, porque en ello nos va el bienestar», recalcó Rajoy.