Un total de 200 inmigrantes subsaharianos llegaron ayer a Tenerife a bordo de tres embarcaciones. Todos habían embarcado en Senegal y se encontraban en buen estado al llegar a la isla salvo un joven de 16 años que tuvo que ser hospitalizado por una deshidratación severa y dolor abdominal, según fuentes de Cruz Roja, que aseguraron que viajaba solo.

Las dos primeras embarcaciones llegaron prácticamente juntas hacia el mediodía. En una de ellas viajaban 61 subsaharianos, todos varones y mayores de edad, y en la otra, 51, incluido el menor que tuvo que ser hospitalizado. La Guardia Civil encontró en este cayuco seis garrafas de combustible, todas vacías, y una brújula, según fuentes de la operación de salvamento. El tercer cayuco de la tarde llevaba 83 personas a bordo.

Con los 200 de ayer son más de 6.500 los subsaharianos que han llegado a Canarias en lo que va de año, según fuentes de la delegación del Gobierno, más de la mitad a Tenerife. La avalancha de los últimos días ha provocado el colapso de los centros de internamiento de extranjeros. El de Barranco Seco, en Gran Canaria, con capacidad para 168 personas, alojaba ayer a 205 inmigrantes y cerca de 600 seguían esperando en la comisaría de Tenerife Sur y en los juzgados de Arona para ser trasladados a uno de estos centros. El cuartel de Las Raíces, donde estaba previsto internar a gran parte de estos subsaharianos el pasado lunes, se encontraba cerrado ayer.

“Imposible de controlar”

El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, aseguró ayer que el fenómeno de la inmigración es “imposible de controlar” y que “no hay fuerza institucional en el seno de la Unión Europea” que pueda controlarla. Segura culpó a los gobiernos de los países de origen de los inmigrantes, entre los que citó a Senegal, Malí, Sierra Leona, Gambia y Níger, de la avalancha. “No falla el Gobierno de España. Falla el gobierno de unos países que, en efecto, están demostrando una notable incapacidad para dar posibilidades de desarrollo a los jóvenes en su tierra”, dijo.

El Ejecutivo canario solicitó ayer que la llegada de inmigrantes irregulares a Canarias se considerase un asunto de Estado y que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reciba cuanto antes al presidente canario, Adán Martín, para atajar este asunto. El Gobierno canario considera que la oleada de cayucos de los últimos días es “la expresión de una crónica anunciada”, y que el Gobierno no ha cumplido los acuerdos adoptados en marzo para frenar la llegada de inmigrantes al archipiélago, según dijo el consejero de la Presidencia del Gobierno de Canarias, José Miguel Ruano. Ruano añadió que Canarias estaba “deslocalizada” de la política general del Estado y necesitaba información directa de los ministerios con competencias en materia de inmigración.