El alto comisionado adjunto de la ONU para la Protección de los Refugiados, Volker Türk, finalizó hoy una visita de cinco días a Bangladesh durante la que recorrió campamentos de refugiados rohinyás y analizó con el Gobierno de Dacca cómo crear las condiciones necesarias para su repatriación.

“La ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) y el Gobierno han acordado concentrarse y fortalecer los esfuerzos colectivos que pueden llevar a mejoras tangibles en sus vidas, en particular de las mujeres y niñas en riesgo”, apuntó Türk al concluir su visita, según un comunicado de Naciones Unidas.

El diplomático se reunió con altos cargos bangladesíes para buscar soluciones al desarrollo de condiciones para un retorno “voluntario, seguro y digno” de los miembros de esta minoría musulmana a Birmania (Myanmar).

Además, analizaron el papel de las comunidades de acogida y posibles formas de mejorar la preparación de los refugiados para que, entre otras cosas, puedan contribuir a la sociedad tras ser repatriados, de acuerdo con la nota.

El alto comisionado, que viajó acompañado del director de ACNUR para Asia y el Pacífico, Indrika Ratwatte, también visitó los campamentos en el suroriental Cox’s Bazar, donde se concentran los refugiados llegados desde que se desató la crisis en 2017.

“Estoy muy impresionado con lo mucho que hemos logrado juntos, pero también con la forma en que los propios refugiados están liderando el cambio dentro de su comunidad”, afirmó Türk, al aseverar que los rohinyás se sienten más “seguros” en comparación con hace año y medio.

Más de 738.000 refugiados rohinyás han llegado a los campamentos de Cox’s Bazar, en Bangladesh, desde el comienzo de la crisis, el 25 de agosto de 2017, tras una ola de persecución y violencia en Birmania que la ONU describió como un intento de “limpieza étnica”.