La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció ayer que el Ministerio de Defensa esta diseñando un dispositivo naval, cuyo despliegue se conocerá en los próximos días y que podría estar operativo esta semana, dentro de las actuaciones del Ejecutivo para afrontar el incremento de la inmigración ilegal registrado últimamente.

De la Vega reveló además que se pondrá en marcha un satélite que permita acceder a información a tiempo real sobre los movimientos de flujos migratorios y actuar con rapidez de forma «preventiva y disuasoria» para evitar las travesías de ‘sin papeles’ hacia las costas españolas. «Lo más importante es solucionar el problema en origen y en eso estamos trabajando», subrayó.

El Gobierno también está intensificando las inspecciones aéreas en las fronteras, por lo que mañana enviará dos aviones de reconocimiento y otros dos aviones ‘Orion’ a la zona de Senegal. «El objetivo es tener más información y poder actuar reforzando la seguridad interior y el control de las aguas», recalcó De la Vega.

La vicepresidenta hizo estas declaraciones en una rueda de prensa al término de la reunión que mantuvo en la Moncloa con el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y varios altos cargos con competencias y responsabilidades vinculadas a las políticas de inmigración.

Según avanzó, el Gobierno no descarta que los cayucos que han llegado en los últimos días a aguas españolas vengan remolcados por barcos nodriza, y está «absolutamente comprometido en la lucha contra la inmigración ilegal» y contra las mafias que trafican con seres humanos.

La vicepresidenta hizo hincapié en que la inmigración ilegal «es un problema complejo», pero sostuvo que «los resultados se vislumbran en el tiempo tras realizar un trabajo intenso» y que el Ejecutivo pondrá todos los medios a su alcance con el fin de que en España sólo haya inmigrantes regulares. «Lo más importante es que sepan que el que entra irregularmente, antes o después va a salir, y que uno de los instrumentos fundamentales de nuestra política es la repatriación, respetando los Derechos Humanos de la gente que viene buscando una vida mejor», recalcó.

Menos presión en Ceuta

«Queremos una inmigración, legal, rigurosa y ordenada», insistió De la Vega, tras destacar que desde principios de año se ha reducido considerablemente la presión sobre las fronteras de Ceuta y Melilla, y se ha desplazado a las Islas Canarias.

Además del control de flujos migratorios por mar y aire, De la Vega indicó que se están realizando repatriaciones y, aunque declinó cuantificar el número registrado en los últimos días, avanzó que en las próximas semanas se realizarán más, sobre todo a Mauritania, así como a otros países subsaharianos, entre los que citó Níger, Guinea Bissau, Senegal y Mali.

El Ejecutivo también diseña una «ofensiva diplomática» que permita contar con una «infraestructura» en África, que se concretará en la aprobación del ‘Plan África’ en el próximo Consejo de Ministros y que contempla el envío de diez diplomáticos al continente para entablar «contactos directos y permanentes y reconducir la situación», así como la apertura de una embajada en Mali, donde se concentran flujos migratorios.