La fotógrafa salvadoreña Katia Henríquez Domínguez cuelga sus fotografías en la sala de exposiciones de Portalea, bajo el título ‘13+1 Caminos de Migraciones y Cuidados’, con el fin de dar a conocer por medio de imágenes la situación de mujeres migrantes que trabajan en el País Vasco, junto a los sentimientos que tienen todas ellas de su vida y trabajo a nuestro lado. Son mujeres que desempeñan su labor cuidando niños y personas mayores, preferentemente. La muestra narra sus encuentros y desencuentros con las nuevas personas con las que conviven y expresa también su lucha contra la nostalgia y la esperanza. Esta iniciativa está organizada por el Ayuntamiento en colaboración con la organización solidaria Lumaltik Herriak. Permanecerá abierta en Portalea hasta el día 31.

- ¿Cuáles son los objetivos que se ha planteado con la apertura de esta muestra ‘13+1 Caminos de Migraciones y Cuidados’?

- La muestra parte de un proceso de antropología fotográfica basado en las historias de las mujeres migradas asentadas en Getxo, cuya actividad laboral está en el ámbito de los cuidados. Son mujeres que se caracterizan por la diversidad de orígenes, de diferentes lugares y culturas, con distintas lenguas maternas, edades, recorridos y experiencias. He tratado de mostrar el papel de estas mujeres en la sociedad vasca contemporánea. La fotografía se convierte así en una herramienta para dar a conocer la situación de estas mujeres .

- ¿Cuáles fueron los motivos que le llevaron a poner en marcha esta iniciativa?

- Inicialmente, se planteó llevar a cabo una serie de entrevistas con ellas. En realidad íbamos a hablar de sus sueños con los que inician su salida hasta el llegar a aquí. Mantuvimos unos encuentros previos con el fin de dar a conocer la realidad en la que ellas viven y de todo aquello surgió la posibilidad de hacer una exposición.

- ¿Cuáles son los principales problemas de estos colectivos?

- Por un lado está la cuestión legal y migratoria y las condiciones de los contratos que muchas veces firman generándoles graves perjuicios. Después está el trato que algunas familias les prestan. Algunas se portan muy bien, mientras que otras se aprovechan de la situación de debilidad, con lo que les convierte, incluso, en más vulnerables. Les decimos a ellas que lean la letra pequeña de los contratos. Crece la xenofobia y el racismo y así lo comunicamos a los políticos.

- ¿Cuál considera que es la principal aportación de estas mujeres a la sociedad vasca?

- Es preciso que se reconozca que realizan un aporte a nivel social y económico. Los cuidados de los niños y mayores son la base de su dedicación. Les veo mujeres fuertes, guerreras, que aportan mucho a la sociedad vasca. Pese a los inconvenientes, trabajan constantemente para conseguir sus sueños y sostener a sus familias.

- Pero muchas veces la situación se complica aún más por la necesidad de sobrevivir aquí y apoyar a la familia de origen.

- Eso está causado por el sistema capitalista. Vienen de países muy pobres y sus familias también lo son. No tienen trabajo y tiene que emigrar a otro sitio. El caso es que el mercado laboral necesita de estos colectivos.

- ¿Qué opinión mantienen sobre el trato recibido?

- No se puede generalizar . Hay gente que les respeta. El 80 por ciento de las mujeres cuidadoras de Getxo son migrantes. Veo que va en auge la llegada de más y más mujeres . La situación de los países es peor y no les queda más remedio que buscar una salida.

- ¿Qué recomendaciones les dan a ellas?

- Es importante que formen redes de solidaridad o que se junten con otras migrantes para hablar de sus problemas y experiencias.