La consellera de Bienestar Social de la Comunitat Valenciana, Alicia de Miguel, calificó ayer de “nefasta” la política de inmigración del Gobierno central y reclamó “una política de inmigración ordenada y planificada, de una vez por todas, ante la evidencia de que este asunto se les ha ido absolutamente de las manos”. Asimismo, afirmó que hasta el 30 de abril, la Comunitat ha recibido 350 inmigrantes en situación irregular, frente a los 172 de todo 2005.


De Miguel se refirió a la llegada de un millar inmigrantes indocumentados a las islas Canarias durante el pasado fin de semana, un hecho que, según la consellera, “no es más que la consecuencia de la nefasta política del Gobierno central en materia de inmigración. No saben cómo gestionar la avalancha de inmigrantes que se agolpan en las fronteras en respuesta al efecto llamada que se ha favorecido desde el Gobierno”.


Según informó la consellera, “hasta el pasado 30 de abril la Comunitat Valenciana ha recibido más de 350 personas en situación irregular procedentes de Ceuta, Melilla o Canarias, una cifra absolutamente desmesurada frente al número total de inmigrantes llegados durante todo 2005, que fue de 172 personas”. De Miguel afirmó que “la situación que se está produciendo con la continua y masiva llegada de inmigrantes ilegales a nuestro país es gravísima y ha lamentado la absoluta dejadez del Gobierno al respecto”.


Réplica de Bernabé

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Antoni Bernabé, recordó, por su parte, a la consellera, que “el orden y la planificación en materia de inmigración llegaron con el Gobierno socialista”, ya que este adoptó “medidas para el control, ordenación y planificación que no existían con el anterior ejecutivo”. Bernabé añadió que “el Consell no ha aportado ni una sola plaza de acogida para los inmigrantes trasladados desde Canarias a la Comunitat”. El delegado del Gobierno señaló que “los traslados se iniciaron en 2002 y sólo en 2003 –con el Gobierno del PP– llegaron más de 1.200 irregulares, sin que se registrara queja o exigencia alguna por parte del Consell”, subrayó.