El puerto de Melilla ha logrado reducir un 92,18 % las intrusiones de inmigrantes que tratan de colarse en los barcos que conectan la ciudad autónoma con la península para llegar como polizones a Europa, un resultado que atribuye al “plan de blindaje” que ha llevado a cabo, y que incluye la instalación de concertinas.

En rueda de prensa, el presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Miguel Marín, ha informado de que en febrero de 2019, cuando ese refuerzo de la seguridad aún no ha culminado, se han registrado un total 244 intrusiones, frente a las 3.122 que hubo en enero de 2018, una cifra “récord” que llevó al puerto a tomar “una decisión drástica”.

Marín ha subrayado que el plan de blindaje contempla medios permitidos en el estado de derecho y por las cifras que se han dado en los últimos meses se ha podido comprobar que “ha dado sus frutos”, aludiendo así a las críticas que ha recibido el puerto melillense por la instalación de concertinas para impedir las intrusiones.

“Viendo estos resultados, está más que justificado”, ha afirmado el presidente de la Autoridad Portuaria, que ha transmitido su agradecimiento expreso al “magnífico trabajo” de los agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Portuaria que trabajan esa zona, a los que ha calificado como “unos profesionales de 10”.

Según Marín, el “trabajo incansable” de estos efectivos y las obras que se están llevando a cabo, que concluirán esta semana, han permitido combatir estas intrusiones y “lanzar un mensaje claro a las mafias que trafican con seres humanos de que al puerto de Melilla no se va a poder entrar y tendrán que buscarse otro sitio para lograr su objetivo”. EFE

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