La mar en calma, los cielos despejados y los vientos alisios que facilitan la navegación entre África y Canarias son los tres factores que se han conjugado durante los últimos tres días para arrastrar hasta el archipiélago la mayor avalancha de pateras en lo que va de año. Al cierre de esta edición, 14 barcazas habían llegado a las costas de Gomera, Fuerteventura y, sobre todo, el sur de Tenerife con 974 inmigrantes a bordo. De ellos, 33 son menores y catorce tuvieron que ser ingresados por arribar en mal estado de salud.

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Al margen de la abultada cantidad de inmigrantes, el dato más destacado es que prácticamente todos proceden del puerto senegalés de San Luis, lo que confirma el auge de esta nueva ruta tras la impermeabilización de las costas de Marruecos y Mauritania.

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La avalancha de este fin de semana, contabilizada desde el mediodía del viernes, duplica los 478 que llegaron entre el 2 y el 4 de marzo pasados, cuando los negreros convirtieron la ruta entre Canarias y Nuadibú – Mauritania – en una auténtica autopista marítima. La situación actual es similar, si bien el viaje desde Senegal es más largo – entre seis y siete días, el doble que la vía mauritana – . Por ello, las mafias utilizan buques nodriza desde los que apoyan o incluso lanzan a los cayucos hacia el archipiélago canario.

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La llegada masiva de inmigrantes ha vuelto a colapsar las islas. La mayoría de los clandestinos serán albergados en el acuartelamiento militar de Las Raíces, en el municipio de La Laguna (Tenerife), que será abierto de nuevo tras permanecer cerrado durante algunas semanas. «Vienen en buen estado, aunque muchos sufren contusiones tras golpearse con las barcas y otros llegan con úlceras producto de la combinación de combustible y sol», aseguró a Efe Austin Taylor, responsable de Cruz Roja en el municipio tinerfeño de Arona.

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Por su parte, la policía nacional ha acondicionado los salones de los bajos de la comisaría del sur de la isla para acoger a los inmigrantes, con baños desmontables y colchonetas en el suelo. Para una mejor tramitación de los requisitos legales, el juez de guardia se trasladó ayer hasta la comisaria de Playa de Las Américas para tomar declaración a los subsaharianos.

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Duras críticas canarias

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El portavoz del Gobierno de Canarias, Miguel Becerra, denunció que la situación que se está produciendo en el archipiélago es «gravísima» y lamentó la dejadez que del asunto hace el Gobierno central. «Al Gobierno del Estado, al parecer, sólo le preocupa la situación de Repsol en Bolivia y si peligran o no las inversiones de la petrolera, pero no se ocupa de lo que está ocurriendo en Canarias, cuando aquí el problema es de vidas humanas», señaló Becerra.

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«Sólo pedimos que se cumplan los acuerdos a los que se comprometió la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, cuando visitó Canarias, que comiencen las patrullas conjuntas con Mauritania y que se intensifiquen las acciones diplomáticas para tener información de la salida de cayucos», señaló Becerra.

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La vicepresidenta aseguró por su parte que las patrullas comenzarán a operar hoy mismo – la patrullera Río Duero partirá a mediodía desde Marín – y anunció una «ofensiva diplomática» ya iniciada. La misma consistirá en desplazar a un grupo de diplomáticos para establecerse de forma permanente en países del África subsahariana y llegar a acuerdos con sus gobiernos. Como parte de esta política, explicó, el Ejecutivo «está trabajando con Portugal para establecer acuerdos similares con el Africa lusófona».