La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, reaccionó ante los acontecimientos con el anuncio de una nueva «ofensiva diplomática» en el África subsahariana, como medio para atajar estas avalanchas, con un conjunto de diplomáticos establecidos «permanentemente» en la región. Este matiz diferencia la acción prevista de la desarrollada durante la anterior crisis por el Gobierno central, ocasión en que una delegación española se desplazó puntualmente para buscar soluciones en origen a la salida de pateras y cayucos.

María Teresa Fernández de la Vega anunció una «ofensiva diplomática» que permita poner freno a este problema, e insistió en que «todo el que viene de forma irregular se va» – no matizó que muchos, la mayoría no lo hacen porque no hay adonde repatriarlos – a lo que añadió que «en los próximos días» se reanudarán las repatriaciones «con todas las garantías».

«El tema es muy complicado», afirmó De la Vega, que consideró necesario abordarlo «adoptando todo tipo de medidas». Además, se vio obligada a admitir que en estos momentos «hay un repunte» en la llegada de cayucos y pateras a las costas españolas, si bien aseguró que el Gobierno «está trabajando sin descanso» y «con responsabilidad».

Hoy, el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, ofrecerá explicaciones para relatar cuáles son las medidas inmediatas que el Ejecutivo tiene previsto adoptar.