Se buscan voluntarios en el Archipiélago
ABC, 15-05-2006
TEXTO: CE CASTRO FOTO: ABC
SANTA CRUZ. Mucho se ha hablado durante los últimos meses de la Ley de Dependencia que promueve el gobierno de Rodríguez Zapatero. La intención del Ejecutivo es que esta norma beneficie a casi un millón y medio de personas que no pueden valerse por sí mismas. Así, el Estado garantizará a estos ciudadanos el acceso a una red de servicios sociales según su grado y nivel de dependencia.
Se estima que cada dependiente reciba entorno a unos cuatrocientos euros al mes. Pero hasta que esta Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia sea una realidad y se desarrolle, muchos de estos futuros beneficiarios han conseguido salir adelante gracias a una labor callada de cientos de voluntarios.
Estos son personas que, por elección propia, dedican una parte de su tiempo a la acción solidaria, altruista, sin recibir remuneración por ello. No hay un perfil definido, ya que no sólo son jóvenes como pudiera parecer a simple vista, sino que en los últimos años ha aumentado el número de mayores que también dedican su tiempo a los demás.
El voluntario está presente cada vez que llega una patera o cayuco a las costas de las Islas; en los hospitales visitando a enfermos, ayudando a los mayores, cuidando el medioambiente o en cualquier sitio donde su labor social sea necesaria.
En el Archipiélago, el 6,8 por ciento de las personas mayores de dieciséis años pertenece a alguna asociación de voluntariado social, según el Instituto Canario de Estadística (Istac). Por islas, esta cifra aumenta hasta el nueve por ciento en Gran Canaria, seguida de cerca por Lanzarote y Fuerteventura. La isla de La Gomera es la que peores datos tiene. Así sólo el 1,7 por ciento de los gomeros es voluntario. En El Hierro el 3,5, en Tenerife el 4,6 y en La Palmas el 5,1 por ciento.
Estos datos no dejan lugar a dudas, existe un claro déficit de voluntarios; y las distintas ONG implantadas en el Archipiélago realizan verdaderos esfuerzos para salir adelante. Las hay de todo tipo y toda ayuda es poca. Apenas existen diferencias entre hombres y mujeres a la hora de colaborar, pero sí respecto a aspectos como la edad o la actividad.
Nivel de estudios
Los más proclives a colaborar son los residentes canarios que tienen entre 31 y 45 años. En este tramo se alcanza un nueve por ciento de participación, mientras que, a partir de los 65, la proporción baja hasta un tres por ciento.
Otro aspecto que influye es el nivel de estudios. Los más solidarios son aquellos que han cursado la enseñanza superior. Por el contrario, sólo el 5,4 de las personas que tienen graduado escolar reconoce su participación en alguna asociación de voluntariado social.
Asimismo, aquellos que tienen un trabajo, que están empleados, y que por lo tanto deberían tener menos tiempo libre para dedicarse a estas tareas, son quienes más participan. Un 8,6 de los voluntarios están ocupados.
En esta línea, el grupo de pensionistas son los canarios menos activos con un 4,3 por ciento, seguidos por parados y los estudiantes mayores de dieciséis años, ambos grupos con 4,8.
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