El presidente del departamento federal de la Policía de lo Criminal (BKA) alemana, Holger Münch, alertó este miércoles del peligro que supone la filtración entre la migración ilegal norteafricana de individuos altamente criminalizados.

La entrada de inmigrantes identificables como “delincuentes reincidentes” y “altamente criminalizados” supone un claro riesgo de que se estructuren en los países donde se radican como clanes criminales, indicó Münch en el Congreso Policial Europeo, que se celebra en Berlín.

El jefe del BKA comparó estas estructuras o familias con las que en el pasado generaron en Alemania kurdos o árabes, que se han consolidado con el tiempo como bandas criminales, especialmente en núcleos urbanos como Berlín o las ciudades del populoso estado de Renania del Norte-Westfalia.

“Los problemas que se han generado a lo largo de los últimos 25 o 30 años no vamos a resolverlos ahora de la noche a la mañana”, admitió Münch, en alusión a esos clanes, uno de los grandes desafíos para la seguridad pública alemana.

A esos clanes criminales, principalmente árabes, se les están sumando ahora los que ingresaron en Europa mezclados con la migración ilegal norteafricana, aseguró.

Se trata, relató el jefe del BKA, de jóvenes procedentes de Túnez, Marruecos, Argelia o Libia, que ingresan en la Unión Europea (UE) de forma ilegal y se instalan en las zonas con alto porcentaje de población de origen extranjero hasta constituir sus clanes.

La creciente criminalidad entre esos grupos ha desatado la alarma social y del estamento público alemán en los últimos meses, especialmente a raíz de los procesos abiertos contra algunos de sus líderes en distintas ciudades, que han obligado a desplegar macrooperativos policiales. EFE