Canarias denuncia la «gravísima» situación que ha creado la llegada de mil inmigrantes

El Ejecutivo de las islas acusa al Gobierno central de «no ocuparse» del problema y reclama «que se cumplan los acuerdos» en esta materia Otros 323 subsaharianos arribaron ayer a bordo de seis embarcaciones

El Correo, 15-05-2006

El Gobierno canario calificó ayer de «gravísima» la situación que se está viviendo en el archipiélago con la llegada de casi mil inmigrantes desde el viernes, todos ellos en barcas procedentes de Senegal, y acusó al Ejecutivo central de «no ocuparse» del asunto. Desde última hora del sábado hasta ayer por la tarde, habían desembarcado en las islas otros 323 inmigrantes, que se sumaron a los 456 de la víspera y los 195 del viernes. La Policía Nacional se ha visto obligada a habilitar una zona de estancia para los subsaharianos en su comisaría del sur de Tenerife y el Ejército ha reabierto el acuartelamiento de Las Raíces, con capacidad para albergar a 700 personas.

De los seis cayucos contabilizados durante la jornada de ayer, el primero fue localizado en realidad a las 23.15 horas del sábado, cuando navegaba a cuatro kilómetros de Pasito Blanco, en Gran Canaria. La patrullera Almirante Díaz Pimienta salió a interceptar la embarcación y se encontró con un grupo de sólo doce inmigrantes, a los que condujo al puerto pesquero de Arguineguín. Según fuentes de la Guardia Civil, la patera pertenecía a la misma oleada que las siguientes, pero llegó antes porque estaba poco ocupada y pesaba menos.

Menor con hipoglucemia

En Tenerife se interceptaron tres cayucos – uno con 67 subsaharianos, otro con 59 y un tercero con 43 – y dieciséis extranjeros fueron hospitalizados: uno de ellos se había fracturado un dedo de la mano, otro se había quemado por la prolongada exposición al sol y del resto sólo se sabe que estaban en «mal estado». Otra embarcación con 105 ‘sin papeles’ – naturales de Mali, Costa de Marfil y Gambia – arribó a San Sebastián de La Gomera escoltada por Salvamento Marítimo y la Guardia Civil. Uno de los diez menores que formaban parte de la expedición ingresó en el hospital Nuestra Señora de Guadalupe con una hipoglucemia. Finalmente, a las 16.00 horas alcanzó el litoral de Fuerteventura una patera con 37 ocupantes.

«La mayoría viene en buen estado, aunque muchos sufren contusiones tras golpearse con las barcas y otros llegan con úlceras, producto de la combinación de combustible y sol», detalló Austin Taylor, de Cruz Roja. La aglomeración de recién llegados está poniendo a prueba el dispositivo de acogida de las islas. El Cuerpo Nacional de Policía ha instalado en su base de Playa de las Américas váteres portátiles y colchonetas. El comisario, Luis Carrión, no cuantificó con exactitud el número de emigrantes hacinados en las dependencias, pero admitió que son «bastantes». Allí permanecen un plazo máximo de 72 horas antes de pasar a disposición judicial, aunque el propio juez se ha trasladado a comisaría para agilizar los trámites. Según adelantaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias, hoy mismo se trasladará a un grupo de inmigrantes a Mauritania.

El portavoz del Gobierno canario, Miguel Becerra, arremetió ayer contra el Ejecutivo central: «Al parecer, sólo le preocupa la situación de Repsol en Bolivia y si peligran o no las inversiones de la petrolera, pero no se ocupa de lo que ocurre en Canarias, cuando aquí el problema es de vidas humanas». Becerra reclamó que «se cumplan los acuerdos a los que se comprometió la vicepresidenta», en referencia a las patrullas conjuntas con Mauritania y la intensificación de las acciones diplomáticas. «El fin de semana pasado se batieron todas las marcas de llegada de inmigrantes y éste, lejos de mejorar las cosas, la situación ha empeorado», lamentó.

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