La vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, anunció ayer el próximo despliegue de una «ofensiva diplomática» en el Africa subsahariana como medio para atajar la inmigración ilegal, con un conjunto de diplomáticos establecidos «permanentemente» en la región. Asimismo, insistió en que «todo el que viene de forma irregular se va» y dijo que, «en los próximos días y semanas», se reanudarán las repatriaciones de inmigrantes subsaharianos ilegales a sus países de origen «con todas las garantías».

La vicepresidenta reconoció que «el tema es muy complicado» y señaló que es necesario abordarlo «adoptando todo tipo de medidas».Además, admitió que, en estos momentos, «hay un repunte» en la llegada de cayucos y pateras a las costas españolas, si bien aseguró que el Gobierno «está trabajando sin descanso» y «con responsabilidad».

«Estamos abordando el tema como hay que hacerlo, teniendo en cuenta las condiciones humanitarias de la gente que viene», afirmó.«Estamos incrementando convenios de readmision donde no había, estamos incrementado la cooperacion al desarrollo con todos estos países y vamos a desplegar también una ofensiva diplomática en el Africa subsahariana».

El PP, por su parte, acusó al Gobierno de actuar en asuntos de inmigración «después de que ocurran los problemas» y pidió al Ejecutivo que siga la misma política en esta materia que el resto de la Unión Europea.

La secretaria de Política Social y Bienestar del PP, Ana Pastor, afirmó que sólo cuando «llegan de forma masiva pateras o cayucos» a las costas españolas, como este fin de semana, los miembros del Gobierno «salen a hacer declaraciones» sobre lo que van a hacer. «Son los del ‘vamos a hacer’», dijo y les advirtió de que «lo que hay que hacer es hacer».

De la Vega se reunirá hoy en La Moncloa con los ministro de Trabajo y Asuntos Sociales y de Interior para analizar asuntos relacionados con la inmigración, según un comunicado de Vicepresidencia remitido anoche a Efe.