Los ministros de Interior de España, Marruecos y de otros ocho países del Mediterráneo reunidos en el marco de la Conferencia de Interior del Mediterráneo Occidental (CIMO) se han comprometido han estudiado la viabilidad de instaurar un sistema de gestión, control y vigilancia de las fronteras marítimas en el Mediterráneo y de las fronteras terrestres. Este asunto se dio a conocer después de la conferencia, celebrada en viernes en Niza, aunque no se ha concretado en qué se podría traducir para Ceuta y el resto de zonas fronterizas de estos diez países del arco mediterráneo.

De hecho, ni siquiera se propuso, como en otros puntos de la resolución, la creación de un grupo de trabajo para tal efecto. El intercambio de información para acabar con las redes que trafican con personas y la propuesta española de articular medidas solidarias en el caso de que uno de los países sufra, como le ocurrió a España el pasado verano con los subsaharianos, un flujo masivo de inmigrantes, es otra de las iniciativas incluidas en el capítulo de medidas operativas, al que hay que añadir el compromiso de cumplir los convenios de readmisión de emigrantes firmados entre los diez Estados.

‘Modelo Ceuta’

Por otro lado, expertos que han participado en el I Congreso de Educación en el Mediterráneo, que se clausuró ayer en Palma de Mallorca, han hecho referencia a Ceuta en un documento de conclusiones. «El éxito de una eficaz política inmigratoria conlleva sin duda la inversión de importantes recursos económicos; el modelo de Ceuta, con una amplia gama de programas favorecedores de inclusión social como el Premio Convivencia, nos sirve de ejemplo a seguir», señala el documento.

Los expertos han puesto de manifiesto la necesidad de «dinamizar políticas locales de inserción» para «evitar la creación de situaciones de autoexclusión» y han considerado «decisivo» poner en marcha instrumentos de protección básica y redistribución parcial de los recursos y oportunidades con el fin de evitar «el riesgo de desigualdad económica, estratificación y disparidad en las oportunidades vitales» que entraña la sociedad multicultural.