Recuperan un violín valorado en un millón y medio de euros en una operación contra la prostitución

La policía encontró un Stradivarius Cremonensi del año 1715 en la casa de uno de los 13 detenidos en la intervención policial La red controló a unas 300 mujeres, un tercio de ellas en Málaga

Diario Sur, 14-05-2006

El trato se frustró por una intervención policial. Los vendedores, que fueron detenidos, portaban una foto de un instrumento musical. La pista permitió a la policía recuperar un violín Stradivarius Cremonensi de 1715, una pieza tasada por los expertos en un millón y medio de euros, pero de valor histórico incalculable.

El instrumento musical fue hallado en la vivienda de uno de los 13 detenidos en esta operación contra las mafias rumanas dedicadas a la prostitución. En Málaga, los investigadores de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) han apresado a tres hombres (dos rumanos y un español). A dos de ellos se les considera integrantes del núcleo duro de la red.

La Policía Nacional considera desarticulada una compleja organización dedicada al tráfico de seres humanos, a la explotación de mujeres, a la comisión de robos y otros delitos contra la salud pública. La red contaba con una amplía infraestructura en Rumanía y España y operaba en varios países de la Unión Europea, según informó ayer el Ministerio de Interior.

Alquiler de calles

La organización contaba en varias ciudades con lo que ellos denominaban «territorios conquistados» en la calle. Controlaban al estilo mafioso autovías o calles de polígonos, alquilando estos espacios a proxenetas de otros grupos, tal y como adelantó este periódico (ver SUR, 19 – 3 – 2006). Uno de los detenidos cobraba 300 euros por admitir en su territorio de la autovía la presencia de una nueva chica. Se han llevado a cabo dos registros en el polígono El Viso en los que se incautó documentación.

Los integrantes de la red compraban y vendían a las prostitutas. Se calcula en más de 300 las mujeres que ha podido introducir y explotar la red durante el tiempo que lleva operando en España. En Málaga, rondarían el centenar de chicas y su ámbito de actuación era el polígono del Guadalhorce, según fuentes cercanas al caso.

Las investigaciones comenzaron en marzo con la detención en Málaga y Castellón de 15 personas, integrantes de un grupo delictivo organizado, y de 46 más por estancia ilegal, según Interior. Fuentes cercanas al caso señalaron que la intervención surgió a raíz de la ‘operación Braila’ contra las mafias rumanas, que se saldó en marzo con 297 detenidos en once provincias españolas – 36 en Málaga – y en Rumanía. Al parecer, varios miembros de la red lograron huir en un primer momento y se establecieron en Castelldefels (Barcelona), aunque la red tenía conexiones internaciones con países como Alemania, Suiza, Francia y Holanda.

Además del proxenetismo y el tráfico ilegal de mujeres, aparecen otros colaterales como lesiones y amenazas, ya que se vincula a este grupo a las palizas a prostitutas, y a algún cliente. También se investigan delitos contra la propiedad, como por ejemplo el Stradivarius, que se considera robado. La policía está haciendo gestiones con Interpol para averiguar su procedencia.

Viaje a España

La red contaba en Rumanía con transportistas que acompañaban a las mujeres hasta España, simulando su entrada como turistas. Dicho viaje se realizaba en autobuses ‘pirata’ o en vehículos particulares, utilizando conductores de confianza que dejaban a las chicas en los puntos convenidos.

Una vez aquí, los proxenetas se hacían cargo de ellas dándoles un destino definitivo, trabajando diez horas diarias todos los días de la semana. Las mujeres contraían con la organización una deuda que no podían pagar.

Los proxenetas transmitían las ganancias a su jefe máximo, Catalín, internado en la Prisión de Topas (Salamanca). Este último marcaba las directrices del «negocio», organizando la llegada de nuevas mujeres y ordenando el ajuste de cuentas de las que ya estaban trabajando para la organización.

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