EE.UU. estudia desplegar a la Guardia Nacional en la frontera sur
ABC, 14-05-2006
MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL
NUEVA YORK. Para ganarse la voluntad de los más conservadores en el Congreso, Bush estudia involucrar al Pentágono en la vigilancia de la frontera con México mediante el despliegue de la Guardia Nacional. Tendrá la última palabra el lunes en el discurso a la nación, que dará en horario de máxima audiencia, después de haber pedido a las cadenas de televisión que interrumpan sus emisiones. Será la primera vez en los dos mandatos de Bush que la Casa Blanca utiliza esa prerrogativa para un tema de la agenda doméstica.
Desde que la Cámara Baja aprobase en diciembre pasado una iniciativa para castigar penalmente a los indocumentados o a quienes les asistan, así como para construir un muro aún mayor en la frontera, el Senado ha pedido la mediación del presidente para negociar el consenso y regularizar la situación laboral de los casi 12 millones de inmigrantes ilegales que viven en el país. Algo que el ala más radical ve como un paso hacia la amnistía.
Garantizar la seguridad
En las últimas semanas Bush ha puesto a su mano derecha, el asesor Karl Rove, a conversar con los lesgisladores más reticentes, y se propone sacar adelante la reforma antes de final del mes. Su moneda de cambio será garantizar la seguridad en la frontera al reducir su permeabilidad con un incremento de patrulleros.
Actualmente, algunos efectivos trabajan ya en estas misiones a la disposición de los gobernadores de cada Estado, pero el número no pasa de los 200. Fuentes de los distintos medios estadounidenses hablaban ayer de que el despliegue propuesto por el Pentágono puede alcanzar los 10.000 efectivos.
Una medida que ya cuenta con la oposición de dos Estados fronterizos tan representativos en la batalla migratoria como California y Nuevo México. En el primero, Arnold Schwarzenegger se opone porque lo considera una forma de diluir el compromiso de aumentar los fondos para las patrullas fronterizas y porque requeriría asignar a los soldados que regresan de Irak en vez de mandarlos a casa. Para el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, la medida le dejará sin elementos para afrontar tareas de emergencia como la contención de incendios forestales.
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