Noctámbulos / Festivos y celebrantes

Fogoneros especiales

El Mundo, 14-05-2006

Entre fundaciones anda el juego. La de dieta mediterránea ha presentado un libro de cocina en La Boquería. Se llama Gurmed, y en sus páginas se muestran chefs profesionales y fogoneros muy especiales por lo mucho que tienen de autodidacta y lo poco de ortodoxo. Aparecen diversos personajes de la ciudad como la arquitecta Benedetta Tagliabue, los diseñadores Joan Biosca y Carlos Rolando, el luthier David Bagué, la estilista Ana Vallés, Juanito Bayés, el que nos ha servido las lentejas tantas veces desde su barra del Pinotxo, y una verdulera tan veterana como especial, Ramona Bruguera. Cuenta Ramona que su cuna era una caja de plátanos que su madre, también verdulera, colocaba debajo del mostrador de su parada. Como el personaje de Sünskin, aquel que en El perfume nació entre escamas de pescado en Les Halles.


Otra Fundación con news es la de Paco Candel, escritor decano en lo de la integración de inmigrantes, apasionado de los westerns clásicos e inseparable de su periquito «Raurito». Candel se casa con Joana Gardés, su alter ego desde hace casi una década, porque cree que «ya toca». Demostrado queda que hubo una generación incombustible y Candel, sin miedo, dirige la orquesta.


Otra orquesta, la milanesa «Cuarteto Elisa», será la que iniciará el 8 de julio el VIII Festival de Música Clàssica del Castell de Santa Florentina, en Canet de Mar. Lo presentó el miércoles en en el Palau Muntaner Carlos Hartmann, señor del Castell y director del Festival. En el acto estuvieron Mercedes Gaudier, Carlos Viladomiu, Hans, Teresa y Blanca Hartmann y Lilliane Salsas.


Conciertos y buena música a parte, el Castell se ha convertido en cita social del verano. En sus noches musicales de pasados veranos se ha visto, y algunos con repetición, a Manolo Pertegaz, Javier Sardá, Anne Igartiburu, Joan Laporta, Artur Mas, Paco Balañá Un poco de cada casa y sector.


El jueves, joyas y escultura. Llegó una furgoneta a la misma puerta de la joyería Rabat, y tras la merecida multa de la Urbana – ellos siempre tienen la razón – descargaron la maqueta de un F1 forrado de pegatinas de TAG Heuer, los relojes. Si hasta ahora relacionaba una esta marca con relojes happy, ahora van más allá y presentan la colección Carrera Calibre 360, edición limitada en oro rosa.


El padrino de honor fue Juan Pablo Montoya, que de pequeño debió pasarlo fatal con las rimas del apellido. Sirva de ejemplo: ¿se te va la olla? El piloto colombiano va sobrado, además de premios, de sentido del humor. Estuve con Cacheiro, el empresario restaurador, Hubert Wiese, de Monblanc, Xavi Puig, del Barça, Paco Flaqué, de Moda Barcelona, la restauradora Mey Hoffmann, el peluquero Iranzo, la decoradora Estrella Salietti, y con Cristina Cerqueda, de Rabat, que está preparando colección de joyas diseñada por ella y numeradas, para dar bombazo en septiembre.


Minutos después de ésta, la siguiente movida fue en el vestíbulo de Grey, la agencia de publicidad, con la exposición de esculturas del suizo Lukas Ulmi. Como no soy crítica de arte y me pierdo casi siempre entre la terminología de tales críticas, me permito la licencia de decirles que la obra me pareció genial. Ulmi busca objetos erosionados, casi siempre por el mar, y los convierte en algo de inmensa fuerza plástica. Y una, que es aficionada a recoger piedras por los mares y ponerlas en el jardín, lamenta no tener tanta imaginación. Increíble, insisto, lo que el artista hace con ellas, las piedras, y restos oxidados.

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