Kilos de acogida

ABC, 13-05-2006


TEXTO: MARÍA JOSÉ PÉREZ – BARCO/ LUZ DERQUI

MADRID/VALENCIA. Con sus propios recursos, disfrazados de piratas y en busca de un tesoro, un grupo de estudiantesvoluntarios de la Universidad Complutense de Madrid consiguió reunir durante una semana cerca de 800 kilos de alimentos no perecederos. Eran las donaciones que, kilo a kilo, realizaron sus propios compañeros de clase. Paso a paso, aula a aula, el grupo de piratas recorrió varias facultades del campus universitario al encuentro de un tesoro: convencer al resto de alumnos de que es posible luchar contra el hambre y el despilfarro sólo con una pequeña aportación. Cada kilo de comida que entregaban los estudiantes tenía además su recompensa: participaban en el sorteo de una colosal caja de golosinas que había regalado una compañía dedicada a la elaboración y comercialización de productos alimenticios. Poco después, kilos de legumbres, arroz, pasta, azúcar, aceite… llegaron a la mesa de las personas más necesitadas de la capital.

Así se llevó a cabo una de las campañas «Operación kilo» que despliega más de una vez al año el Banco de Alimentos de Madrid. Para los próximos meses esta ONG persigue un proyecto más ambicioso: implicar a más de 200 estudiantes de diez universidades diferentes con el fin de recabar más de 80 toneladas de alimentos. Una «Operación kilo» permanente que contará además con la participación de alumnos de 200 institutos y colegios de la ciudad. «Se extenderá como una ola», dice José Antonio Busto, el responsable de esta gran operación.

Los beneficiados: el más de medio millón de madrileños que viven por debajo del umbral de la pobreza, con menos de 300 euros al mes, sobre todo discapacitados físicos y psíquicos, personas mayores, niños en riesgo de exclusión, familias marginadas, enfermos de sida y toxicómanos en recuperación. De ellos se ocupan otras ONG y centros y comedores asistenciales, que son quienes realmente reciben los alimentos.

A través de estas campañas solidarias el pasado año Banco de Alimentos de Madrid ayudó a más 300.000 personas que, en muchas ocasiones, no tenían un plato de comida que llevarse a la boca. Suficiente motivo para buscar en la despensa un pequeño tesoro que regalar.

El reto de acoger a los inmigrantes

Ocho hombres, tres mujeres y tres niños serán los beneficiados de los 15.000 euros obtenidos por la Asociación Valencia Acoge. Son las personas que ahora están acogidas en los tres pisos semitutelados con los que cuenta esta ONG y que permiten dar alojamiento y comida a personas sin recursos, a la vez que les ofrecen también formación, asesoramiento y ayuda para aprender español, ampliar su círculo social y, sobre todo, conseguir un trabajo y una vivienda propia, según explica la responsable del proyecto, Tamara Guerrero.

Así, la iniciativa supone mano tendida y un apoyo imprescindible para estos inmigrantes sin hogar y sin recursos y el premio dará un respiro económico a sus promotores, ya que el mantenimiento de este proyecto cuesta al año 43.000 euros, explica Tamara, quien destaca que la mayor parte se va en comida. Pero además del mantenimiento, la ONG ofrece, sobre todo, apoyo a los inmigrantes para desenvolverse en su nuevo país durante los seis meses que de media suelen estar en estos pisos.

Hoy la lista de espera supera las cuarenta personas, ya que las viviendas de Valencia Acoge son uno de los pocos recursos para estas personas, ya que en toda la ciudad apenas se cuenta con 630 plazas entre albergues, pisos tutelados y semitutelados ofertados por otras organizaciones. Esta ONG lleva 16 años trabajando con inmigrantes a los que no sólo ayudan, sino que involucran en sus proyectos, destaca María González, coordinadora general de Valencia Acoge.

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