La Casa Blanca está dispuesta a echar mano incluso de los militares para vigilar la frontera sur del país, por la que cientos de miles de inmigrantes ilegales se cuelan en el territorio estadounidense. Por eso, el Pentágono estudia actualmente la mejor forma de emplear sus recursos para patrullar la extensa frontera con México, como han pedido insistentemente a Washington los estados sureños. El proyecto incluye el despliegue de la Guardia Nacional.
“Eso es lo que hemos estado solicitando”, comentó el jueves la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, tras la entrevista que mantuvieron congresistas del sur de EEUU con Karl Rove, el principal asesor político del presidente, George Bush. “La delegación de Tejas está muy preocupada por la frontera y queremos que se actúe con urgencia”, dijo el representante republicano Kevin Brady.
Los detalles del plan del Pentágono para sellar la frontera sur no se conocen, pero su elaboración coincide con la resurrección del debate sobre la inmigración en el Congreso, donde republicanos y demócratas no logran ponerse de acuerdo sobre cómo regularizar la situación de los ilegales e impedir que entren más.
El lunes por la noche, Bush se dirigirá al país para pedir la aprobación urgente de la nueva ley, que el mes pasado desencadenó manifestaciones y protestas de cientos de miles de inmigrantes en todo el país. Les sublevaron los intentos de los republicanos de convertir en delito la presencia ilegal en EEUU y de levantar un muro de 1.150 kilómetros de longitud en la frontera con México.

CAMINO ALLANADO
Actualmente, el Ejército participa muy poco en la vigilancia de las fronteras, ya que no puede ejecutar tareas policiales a menos que lo autorice el presidente. Sin embargo, aunque la Guardia Nacional depende de los gobernadores estatales, puede ser desplegada bajo la autoridad del Gobierno federal. Esto permitirá al Pentágono diseñar un plan para destinarla a la vigilancia de fronteras, a la que han ayudado en ocasiones, incluso en operaciones contra el narcotráfico.
La Cámara de Representantes allanó un poco el camino el jueves, al aprobar una disposición que permite al secretario de Defensa asignar personal militar a operaciones de seguridad fronteriza en ciertas circunstancias.