La práctica totalidad de las empleadas de hogar internas en Bizkaia en 2018 eran mujeres inmigrantes (más del 96 ), y una de cada cuatro de ellas estaba en situación administrativa irregular, lo que dio lugar a abusos en jornadas, salarios y descansos, ya que viven una situación “desesperada” y aceptan “lo que sea”.Así lo ha expuesto hoy la portavoz de la Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia (ATH-ELE), Isabel Otxoa, en una conferencia de prensa en la que ha difundido la estadística de este sector referidas al año pasado y elaborada con un total de 523 personas que se acercaron a dicha asociación para asesorarse.De ese total, 228 estaban empleadas como internas (222 mujeres y 6 hombres), la inmensa mayoría eran migradas (72 % no comunitarias y 24 % con doble nacionalidad), y una de cada cuatro carecía de papeles. Este último porcentaje creció un 10 % respecto a 2017.Otxoa ha destacado que este sector refleja “toda la indecencia e hipocresía” de la Ley de Extranjería ya que estas trabajadoras aceptan los abusos laborales por su situación, sin que se tenga en cuenta que “resuelven necesidades”."El 96 se dedica a cuidar a personas en situación de dependencia, casi siempre mujeres que en un 88 % de los casos viven solas con la cuidadora; no descansan y ofrecen también atención nocturna", ha resaltado, a la vez que ha denunciado que en un 90% de los casos sus salarios no llegan al mínimo interprofesional en relación con la jornada y son mas bajos para las irregulares.En un 37,8% de los casos persiste la entrega del sueldo a mano sin ninguna documentación. En relación a la bajas médicas, la ATH-ELE ha criticado que se consideran como enfermedades de contingencia común dolencias que en otros sectores son de origen profesional como lesiones físicas por movilizar a los dependientes sin ayuda técnica, esguinces o fracturas.Cuando la persona a la que cuidan fallece o se le ingresa en una residencia, se quedan en paro de un día para otro (26 % de los casos) y sin derecho a prestación por desempleo.En el caso de los trabajadores externos, un total de 295 personas (solo 5 hombres) se acercaron a la asociación. Las extranjeras no comunitarias y las de doble nacionalidad suman el 70%, y el resto son autóctonas.Del total, el 71% estaban dadas de alta en la Seguridad Social, lo que supone una bajada de ocho puntos y medio respecto al año anterior (79,80 ). Estas cifras varían según los tramos de jornadas mayor irregularidad en jornadas breves, y en el caso de las pluriempleadas en varias casas, únicamente se les da de alta en uno de los empleos.Los salarios de trabajo externo cumplen, en su mayoría (casi el 80) el salario mínimo interprofesional y está muy repartido entre quienes solo realizan tareas domésticas, y quienes están contratados para cuidar a menores o dependientes.Otxoa también ha criticado que en 2018 el Gobierno vasco “incumplió” varias resoluciones del Parlamento Vasco sobre este sector, entre ellas controlar a las agencias de colocación y las condiciones laborales que promueven; presentar un estudio sobre las necesidades que cubren estos trabajadores para incluirlos en las ayudas a la conciliación, y una actuación conjunta con Osalan para el control de los accidentes de trabajo.