La emigración y Ernst Lubitsch, primeras bazas del Zinemaldia
El certamen se celebrará entre el 2 y 30 del próximo septiembre Ayer se presentaron los carteles de las distintas secciones
Diario Vasco, 13-05-2006SAN SEBASTIÁN. DV. Ernst Lubitsch y la emigración centrarán dos de las secciones de la 54 edición del Festival de Cine de San Sebastián que se celebrará entre el 21 y el 30 del próximo septiembre. Mikel Olaciregui, director del Zinemaldia, comentó ayer, en la presentación de los carteles que avanzan los distintos apartados del certamen, que «se mantiene fiel a sus principios, intentamos abarcar todos los aspectos de la producción cinematográfica internacional. Hay Hollywood y también hay conciencia social. Difícilmente podemos cambiar nuestra forma de organizar el Festival. La retrospectiva temática de los últimos años suele ser sobre temas recurrentes en los medios de comunicación y creo que era casi obligatorio que tocáramos un tema como la emigración».
En el acto de ayer, presentado por la periodista Edurne Ormazabal y la actriz Aizpea Goenaga, los responsables del Festival quisieron señalar que «abordamos esta nueva edición con el mismo amor al cine e ilusión que en las ediciones precedentes y confiamos en conseguir toda la complicidad de la industria, los medios de comunicación y, sobre todo, el público». Se hicieron votos para mantener la cifra de espectadores del año anterior, que ascendió a 190.000 personas.
La presentación de los carteles suele ser sinónimo de que el Zinemaldia cada vez está más cerca y sirve para conocer los distintos ciclos que lo compondrán. Entre llos destaca el dedicado a Ernst Lubitsch. Sobre este cineasta alemán se señaló que «es indudable, y plenamente reconocido en todo el mundo, que es uno de los grandes creadores de la historia del cine. Un cineasta singular que ha hecho reír a todo el mundo con sus películas, de la manera más elegante e inteligente. Sólo él tenía la clave de la perfecta combinación de sofisticación y sarcasmo, el secreto para poner en solfa de arriba a abajo al ser humano y a la sociedad de su tiempo sin perder ni un solo momento la distinción».
El cartel de esta sección muestra al cineasta en su salsa, en un set, junto a una silla, típica de los rodajes, que lleva su nombre y ha sido diseñado por los creativos de la empresa Patio. La imagen de Zabaltegi ha sido realizada por Juantxo Egaña y Borja Goitia que el año pasado presentaron los cubos del Kursaal como dos cajas de cartón, y que éste los han reproducido como si se trataran de castillos de arena en la playa. Horizontes latinos se identificará por el diseño del equipo de Eurosíntesis que consiste en unos prismáticos para ver paisajes previa introducción de una moneda, como sinónimo de lejanía.
Dos posibilidades
En contra de lo que suele ser costumbre, ayer no se desveló el director contemporáneo al que se dedicará un ciclo. «Tenemos en cartera a un realizador europeo, pero todavía no nos ha confirmado que pueda estar en San Sebastián durante los días del Festival, de forma que vamos a esperar unos días, hasta después de Cannes, para anunciarlo. En el caso de que nos falle tenemos en la recámara otra alternativa muy buena, en esta ocasión procedente de Estados Unidos». El ciclo Emigrantes tiene un póster realizado por Juan Baena de B&B Estudio.
Este evento suele ser un encuentro entre amigos del Festival y ayer todo el mundo coincidía en que faltaba uno, Toni Galindo, diseñador del cartel de la Selección Oficial, junto a su compañera Ana Obradors. Su fallecimiento el día anterior cubrió la presentación de un aire triste.
«Toni ha sido uno de los grandes creativos del cartelismo en España y uno de los artífices del desarrollo de este festival», señaló Edurne Ormazabal sin poder contener las lágrimas. Todos los asistentes refrendaron sus palabras con una sentida y calurosa ovación.
Mikel Olaciregui también se emocionó cuando habló de Galindo y de la relación que tenía con el certamen donostiarra. «El cartel está inspirado en la famosa escena de los espejos de La dama de Shanghai. Cuando lo hemos descubierto daba la sensación de que faltaba alguien a nuestro lado y todo el equipo del Zinemaldia se ha sentido muy triste. Llevábamos cuatro años sin trabajar con su empresa, Art&Maña, y ahora estábamos encantados de recuperar esa relación. Nunca habíamos colaborado tan compenetrados con ningún cartelista. Nos ha dejado una herencia hermosísima. Creo que es uno de los mejores trabajos que ha hecho».
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