Los cuatro jóvenes acusados de golpear a inmigrantes en Amorebieta niegan la agresión

«Ni tan siquiera les tocamos», defienden, mientras aseguran que fueron ellos los que resultaron «apedreados» por los menores

El Correo, 13-05-2006

Tres jóvenes de Amorebieta y uno de Lemoa, de 17 y 18 años, rechazaron ayer haber pegado con bates de béisbol a varios menores del centro de acogida de inmigrantes el pasado 28 de abril. «No hay derecho a que vayan en ese plan y mientan, ya que ni siquiera les tocamos», aseguran indignados ante la denuncia que el diputado de Acción Social, Juan María Aburto, hizo pública el pasado jueves en Amorebieta. En su versión, contrapuesta a la del responsable foral, afirman que fueron dos de ellos los que resultaron heridos por las piedras que les arrojaron los internos. Para corroborarlo, aseguran contar con un testigo.

Dos de los cuatro jóvenes acusados de la agresión declararon a este periódico que los hechos se produjeron sobre las nueve de la noche, cuando se dirigían en coche hacia la casa de un amigo en el barrio Bideaur. Admitieron que se saltaron un paso de peatones, en el que se encontraban los cuatro inmigrantes, por lo que «nos empezaron a hacer gestos amenazantes e insultantes», relataba ayer el conductor. Tras estacionar el vehículo, se dirigieron hacia ellos para pedirles cuentas por los aspavientos. «El más alto me dijo, en un castellano que se le entendía, que, si era hombre, fuéramos a darnos unos puños, pero no le hice caso», añadió. «Entonces, – continuó – , otro empezó a hablar en su idioma y después nos dijeron que perdonáramos, que no querían problemas, así que nos fuimos para el coche».

Siempre según su versión, en el momento en que se daban la vuelta empezaron a recibir el impacto de varias piedras lanzadas por los menores. «Una me dio en el pie, que me dejó sentado por el dolor, y a otro amigo le dieron en la espalda», detalla uno de los heridos. En respuesta a esta agresión, el conductor sacó del maletero una pala de frontón y «empezamos a correr tras ellos, pero ya ni se les veía, así que nos fuimos para casa».

Declaración en comisaría

Al domingo siguiente, el conductor comunicó los hechos a un agente de la Policía Municipal de Amorebieta, quien le transmitió que «no era preciso» que presentaran una denuncia. No obstante, cuatro días después, el mismo guardia le informó sobre la denuncia presentada por parte de los menores inmigrantes. Siguiendo su consejo, al día siguiente acudieron a declarar de forma voluntaria a la comisaría de la Ertzaintza de Durango. «No habíamos vuelto a saber nada del tema hasta que nos hemos visto sorprendidos por las noticias. Nos sentimos decepcionados y cabreados», comentaron en relación a las declaración de Aburto de que los inmigrantes habían sido agredidos «de forma delictiva y cobarde con bates de béisbol y algo más».

A falta de detalles por parte de la Diputación sobre el alcance de las heridas ocasionadas a los menores acogidos, el alcalde de Amorebieta, David Latxaga, desveló ayer en la sesión plenaria que «alguno» tuvo que ser atendido, si bien no fue preciso su traslado a un centro hospitalario. Reconoció que los hechos «no están claros», aunque señaló que, si se demuestra que fue un ataque por razones racistas, «estaríamos ante un problema político y social grave».

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