EEUU baraja militarizar la frontera con México

El Mundo, 13-05-2006

El Pentágono está explorando varias opciones para militarizar la frontera con México. El subsecretario de Defensa para Seguridad Interior, Paul McHale, ha dado instrucciones esta semana para estudiar el despliegue de soldados, al tiempo que el Congreso autorizaba a Donald Rumsfeld (por 252 votos a favor y 171 en contra) a «asignar personal militar en determinadas circunstancias» para ayudar a la patrulla de fronteras.


La doble noticia coincidió ayer con la manifestación en Washington de decenas de minutemen (vigilantes o voluntarios de defensa nacional) reclamando la fortificación de los más de 3.000 kilómetros de frontera con México, en vísperas del debate del lunes en el Senado.


El nuevo portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, anunció entre tanto que Bush dará un discurso a la nación ese mismo día para intentar aplacar el fuego suscitado por el debate de la inmigración.Bush se alineará con la propuesta conjunta de los republicanos moderados y los demócratas, abriendo la espita a la posible legalización de una parte de los 12 millones de indocumentados y poniendo en marcha un programa de «trabajadores huéspedes».


El presidente aprovechará la ocasión para recordar que la protección de las fronteras es una cuestión de seguridad e insinuará posiblemente el uso de los soldados de la Guardia Nacional para hacer frente a la avalancha de inmigrantes indocumentados. Hasta la fecha, el Ejército tenía una presencia mínima en la frontera (170 soldados en Arizona) y siempre en funciones de apoyo o de lucha contra la droga. La resolución aprobada por el Congreso y los planes del Pentágono van mucho más allá y apuntan al despliegue de unidades del Ejército bajo control del Gobierno federal en situaciones excepcionales.


Uso de la Guardia Nacional


Una delegación de representantes de los estados del sur – California, Arizona, Nuevo México y Texas – se ha reunido esta semana con el estratega de Bush, Karl Rove, y ha reclamado directamente el uso de los soldados de la Guardia Nacional para reforzar a la patrulla de fronteras, incapaz de contener la avalancha de más de un millón de indocumentados que todos los años cruzan la línea divisoria entre México y Estados Unidos.


El congresista republicano Kevin Brady aseguró que la Casa Blanca es muy sensible a sus demandas y ha prometido dar prioridad a la «seguridad interior» a la hora de afrontar el espinoso asunto de la inmigración ilegal.


La Guardia Nacional depende habitualmente de los gobernadores, pero el presidente puede asumir su control en circunstancias extraordinarias, como ha ocurrido en las guerras de Afganistán y de Irak, o tras la devastación causada por el huracán Katrina.El propio Bush dio instrucciones al Pentágono para que estudiase un mayor uso del Ejército dentro de Estados Unidos ante la posibilidad de desastres naturales o de atentados terroristas.

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