La policía ha logrado liberar a un hombre que fue secuestrado y torturado durante cuatro días por su propia banda, que le acusaba de haber permitido que un grupo rival les robase una importante partida de droga del almacén que él debía vigilar, según fuentes policiales.

El Grupo de Operaciones Especiales (Goes) de la Policía Nacional rescató a la víctima, que estaba «aterrorizada», en un domicilio de la avenida de Los Boliches, en Fuengirola. Arrestaron a las dos personas que lo vigilaban. Durante su cautiverio, sufrió múltiples heridas por quemaduras, golpes y pinchazos, así como vejaciones.

La operación, a cargo de la Udyco – Costa del Sol y bautizada con el nombre de ‘Casquillo’, se ha saldado con la detención de cinco personas por su supuesta implicación en el secuestro, y de otras cuatro en relación al robo de la mercancía, entre las que al parecer se encontraría el propio secuestrado, según fuentes próximas a la investigación, que arrancó en Marbella.

La víctima pasó por tres escondites. Primero la ocultaron en un piso de Málaga capital; para evitar que los vecinos oyeran sus gritos, después la trasladaron a una finca de Zafarraya (Granada); y por último, a otro piso en Fuengirola.

Extrema violencia

Los secuestradores contactaron en Francia con un grupo de origen argelino conocido por su extrema violencia para que negociara con la familia del raptado para tratar de obtener el importe que consideraban que valía la supuesta mercancía robada, unos 500.000 euros.

Este grupo trasladó al secuestrado a Fuengirola a una vivienda de seguridad para proseguir las negociaciones mientras lo torturaba, utilizando toda clase de artilugios, para presionar a las personas con las que contactaban, informó la Comisaría Provincial.

El Grupo de Guías Caninos de la policía localizó en Ojén 400 kilogramos de hachís escondidos en una casa de campo que correspondía a la sustraída en Málaga y que dio lugar al secuestro. Allí se realizaron otras tres detenciones. En la operación se han intervenido también tres vehículos de alta gama, una pistola simulada, y varios útiles para torturar.

Los detenidos son Hedi M, de 20 años, y Samir B., de 30, ambos franceses y con antecedentes; Abdeslam C., español de 34 años con antecedentes por tráfico de drogas; Pedro José M.S. y José Luis C.J., de 24 años y residentes en Marbella, y los marroquíes Hamid H., Said H., Abdellatif E.B. y Mohammed E.B., de 21, 27, 22 y 33 años, respectivamente. Con estas detenciones, la policía considera desarticulados dos peligrosos grupos de delincuentes.