Política basura

Canarias 7, 11-05-2006

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La verdadera avalancha que nos cae a todos los ciudadanos no es la cantidad de personas que reclaman el mismo derecho que nosotros a tener una vida al menos digna; es oir la multitud de mensajes peligrosos que nos lanzan los políticos a quienes elegimos cada cuatro años.


No nos quedará más remedio que ponernos a cubierto cada vez que los partidos se pongan a polemizar porque el número de inmigrantes que llegan ilegalmente durante unos días rebasa una cantidad que se considera como políticamente correcta.


Mientras el delegado del Gobierno dice que el Ejecutivo canario «fabula» inventando barcos nodriza, el gabinete de Adán Martín echa en cara a Madrid de ser poco más o menos que impasible. Ninguna de las dos partes habla de la necesidad de reavivar el programa de «gran vecindad» o de la contribución que puede suponer el «Plan África» si éste se llega a poner en marcha algún día.


Los partidos se echan en cara el fracaso de la regularización, los incumplimientos de planes firmados, la dejadez del Gobierno central, en vez de procurar su unión para inventar, en la medida de sus posibilidades, otro modelo de crecimiento económico.


En cambio, emplean un tipo de discurso u otro en función del mercado electoral al que se dirijan y al que quieran captar. Les falta altura de miras y visión de Estado, aunque esta comunidad autonómica no haya sido declarada todavía ni nación ni país.


Esto sí que es política basura. Alimentan el espectáculo igual que aquellos programas contra los que arremeten. Sus mensajes van directamente a las vísceras de sus respectivas masas electorales. Contra esto, zapping y a correr.


A riesgo de pensar. «No hay que temer si nos conquistan las pateras, cayucos o barcos nodriza. Son temibles los discursos que emplean los políticos, prestos a querer ser voceros de sus mercados electorales». 2 Almudena Sánchez


«Alimentan el espectáculo, como los programas que tanto critican»

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