OPINIÓN // Y CIERRE

Sobrevivir a la xenofobia

El Periodico, 11-05-2006

Y de repente, el programa Supervivientes (Tele 5) se convirtió en un plebiscito sobre el racismo. La nominada Verónica Hidalgo, Miss España en el 2005 y catalana de Begur (Baix Empordà), defendía su permanencia en la isla con el siguiente argumento: “Este es un programa español y yo creo que los de fuera tienen que irse y dejar sitio a los de aquí”. El público tenía la decisión. Y expulsó a la de fuera, la italiana Carmen Russo.
Hasta Jesús Vázquez parecía abochornado. “Yo no quiero influir en el voto, pero los argumentos de Verónica no son válidos, porque un español ganó en la edición italiana y nadie lo cuestionó”, soltó el presentador, momentos antes de cerrar la votación. No tuvo éxito. Un 50,5% de los votantes se decantaron por la miss xenófoba. Xenofobia hacia los italianos, que ya es difícil. Si llega a ser marroquí… Al final va a tener razón Mercedes Milá cuando vendía las cualidades sociológicas de los reality shows.
En la España de hoy subyace un atávico rechazo a lo de fuera. Los realitys sirven para sacarle los colores a la propaganda oficial, esa que dice que España no es racista excepto en El Ejido. El rechazo a lo extraño es tristemente común en cualquier rincón del Estado. La modelo venezolana Aida Yéspica, la otra concursante de fuera, también ha sido designada para dejar la isla. Y en otra muestra de darwinismo salvaje, Verónica Hidalgo nominó a Esmeralda con este alegato: “Enferma, aporta poco”.
Por lo demás, Supervivientes sigue siendo lo que es. Escaparate de famosos en el ocaso, trampolín de famosillos en desarrollo y refugio de Verónica, la que más desafinaba en OT – 1. “Yo quiero supervivir, no sobrevivir”, resumió Marlène Mourreau con su frescura habitual nada más salir de la isla. Igual dentro de 30 años Supervivientes es un mito de la televisión. Como dijo Buenafuente: “Vacaciones en el mar era una de las peores series de la historia, y ahí está, idealizada”.

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