Una líder feroz para enfrentar a Trump
La demócrata Nancy Pelosi preside el Congreso con la misión imposible de acabar con el cierre del Gobierno sin financiar el muro
Diario Sur, , 04-01-2019Un récord de 127 mujeres encabeza la nueva promoción del 116 Congreso de Estados Unidos, el más diverso, más demócrata y más femenino. Y Nancy Pelosi volvió ayer a hacer historia al ser elegida presidenta de la Cámara de Representantes, la primera persona en retomar una posición de liderazgo en más de seis décadas. Pelosi fue nombrada presidenta de la Cámara por primera vez en 2007, y estuvo en el cargo hasta 2011.
Los demócratas recuperan el control de la Cámara de Representantes, en la que cuentan ahora con 235 escaños, al obtener en noviembre 63 nuevos asientos, el mayor margen de mayoría de los demócratas desde la época del ‘caso Watergate’, en 1974. Por su parte, Kevin McCarthy, del Estado de California, liderará la minoría republicana de la institución, que tiene 199 escaños.
Nancy Pelosi, la ingeniera del nuevo poder demócrata en el Congreso, vuelve al mando convertida en el político más poderoso de Washington, con la crisis del cierre parcial del Gobierno federal en su tercera semana y la misión imposible de lograr su reapertura sin otorgar la financiación para el muro de Trump. La presidenta Pelosi fue nombrada con una holgada mayoría y una oposición de sólo 15 demócratas.
En su alocución Pelosi saludó el optimismo, idealismo y patriotismo de la nueva promoción de la Cámara, a la que calificó de transformadora, y conminó a todos a trabajar unidos para avanzar en el progreso de todas las comunidades. La congresista de San Francisco, de 78 años, tiene a la espalda una sólida carrera política cargada de históricas victorias legislativas que incluyen la importante ley de salud ‘Obamacare’. La veterana demócrata es conocida por su instinto político, su sagacidad para negociar y el arte de un liderazgo muy personal basado en un generoso reparto de puestos en los importantes comités del Congreso a cambio de una férrea disciplina de voto.
Peso pesado en la financiación de campañas demócratas al Congreso a través de sus extensas conexiones entre los influyentes donantes políticos, Pelosi se ha ganado a pulso una reputación de feroz contendiente curtida en las duras batallas políticas en Washington durante sus más de tres décadas de representación en la Cámara.
Ya ayer, en la primera sesión, Pelosi introdujo a votación una ley de presupuesto para la reapertura del Gobierno que asigna 1.300 millones de dólares (1.140 millones de euros) a la seguridad fronteriza. Una legislación de prevista muerte a su llegada al Senado, donde la mayoría republicana (53 escaños frente a los 45 de los demócratas) anunció que no la aprobaría.
El presidente Trump, sin completo entendimiento todavía del extenso poder del nuevo Congreso sobre su presidencia, continuaba aferrado a sus 5.600 millones de financiación (4.900 millones de euros). En su usual esfuerzo por robar la atención de Pelosi y de la nueva mayoría, acusó a la oposición demócrata de «acoso presidencial» y de causar el cierre del Gobierno federal.
Aun así, en negociaciones conducidas en privado por miembros del Gabinete de Donald Trump la semana pasada se manejaba una cifra reducida de 2.300 millones de dólares (2.000 millones de euros), cifra que los demócratas prometieron ni entrar a discutir.
La veterana del caucus demócrata presidirá una redibujada Cámara poblada de contrastes generacionales y sociales, que incluyen desde los tradicionales grupos de políticos procedentes de cargos en administraciones pasadas a completos novatos sin ninguna experiencia previa en un cargo político.
De la nueva promoción de mujeres, 35 fueron elegidas por primera vez en noviembre en unas elecciones marcadas por una oleada sin precedentes de victorias de candidatas. Entre ellas, la primera mujer nativa americana, la primera musulmana, las primeras mujeres negras elegidas por los Estados de Massachusetts y Connecticut, la primera hispana elegida en Texas, y la mujer más joven de la historia elegida al Congreso.
En la lista de primeras veces, la demócrata de Minnesota Ilhan Omar, la primera somalí americana, juró el cargo con el Corán, lo que marcó un emocional momento personal como hija de un refugiado que inmigró 23 años atrás. También se estrenó en la Cámara Jim Langevin, de Rhode Island, el primer congresista tetrapléjico, mientras que la congresista de Michigan Rashida Tlaib vistió el traje tradicional palestino.
Abierto al público y familiares, la sesión inaugural del Congreso supuso también la entrada en la Cámara de Representantes de un exjugador de la Liga Nacional de Fútbol NFL, de un doctor, de un científico medioambientalista, y de exmiembros del Ejército y de los servicios secretos de Inteligencia, entre ellos muchas mujeres.
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