Una inmigrante venezolana, María Elena P.V., murió ayer apuñalada por su ex pareja a las puertas de la sede central de la Cruz Roja en la capital grancanaria, a donde había acudido a una cita para buscar empleo. El agresor, de la misma nacionalidad, tenía una orden judicial de alejamiento de la mujer, según explicó la delegación del Gobierno en Canarias. La víctima, de entre 30 y 40 años, recibió numerosas puñaladas en el tórax.

Según el presidente de Cruz Roja en Gran Canaria, José Antonio Corujo, tras recibir las puñaladas, la agredida se arrastró hasta el interior de la sede de la institución, donde fue atendida por voluntarios. Corujo dijo que desconocía si el agresor acompañaba a su víctima o la esperaba en las puertas de Cruz Roja. Pese a los intentos por salvarle la vida, la mujer murió poco después en el Hospital Doctor Negrín, a donde fue trasladada por una ambulancia del Servicio de Urgencias Canarios (SUC) que había intentado estabilizar las constantes vitales de la mujer, que se encontraba inconsciente y presentaba varias heridas en el tórax que le habían afectado el corazón, la aorta, el bazo y el hígadoy también presentaba otras lesiones en la región lumbar derecha.

Documentación olvidada

La policía busca al autor de las puñaladas, del que conoce la identidad ya que perdió su documentación en el lugar de los hechos. Al cierre de esta edición no había sido detenido. Según testigos de la Cruz Roja, nada más cometer los hechos, el agresor huyó corriendo del lugar y un ciudadano intentó pararlo. Incluso, al parecer, llegó a intercambiar con él algunas palabras. Tras conocerse los hechos, efectivos de la policía nacional y local establecieron un dispositivo de búsqueda del agresor por la zona.