EEUU. Inmigración

Indignación por la muerte del segundo niño guatemalteco bajo custodia de EEUU

La Vanguardia, Redacción. María León, 27-12-2018

Tucson (EEUU), 26 dic (EFE).- La segunda muerte en menos de un mes de un niño guatemalteco mientras se encontraba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza ha causado conmoción y preocupación entre activistas y políticos de EEUU que demandan que cese la detención de familias migrantes.

El niño, Felipe Alonso Gómez, de ocho años de edad, murió el 25 de diciembre, día de Navidad, en el hospital Gerald Campion Regional en Nuevo México.

“¿Cuantos niños tienen que morir para que pongan un alto a esta situación? No es normal lo que está pasando, no es normal que niños mueran, no es normal que tengamos niños encarcelados” en establecimientos a los que, “aunque el gobierno les llame ‘albergues’, sabemos que son cárceles”, dijo hoy a Efe Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona.

De acuerdo a la información de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), el menor fue llevado al hospital el lunes después de que un agente fronterizo notase que estaba enfermo y allí se le diagnosticó un resfriado común y se le dio medicación.

Ese mismo día el niño comenzó a vomitar y lo llevaron de regreso a un hospital, pero murió horas después, el día 25, indicó el CBP.

Se desconoce aun la causa oficial de la muerte del menor, que había sido detenido junto con su padre el 18 de diciembre, a menos de 5 kilómetros al oeste del puerto de entrada en El Paso, Texas.

El 22 de diciembre ambos fueron enviados a la estación de Alamogordo, en Nuevo México.

La muerte de Gómez sigue a la de la niña guatemalteca Jakelin Caal Maquin, de siete años, que falleció a comienzos de este mes, poco después de cruzar la frontera de manera ilegal a través de Nuevo México.

“Es inconcebible que nos veamos obligados a llorar otra vida joven y vibrante mientras estaba bajo custodia de CBP. La muerte de Felipe, así como la muerte de Jakelin son tragedias horribles que resultan de la insensible militarización de nuestra frontera”, dijo a Efe Vicki B. Gaubeca, directora de la Coalición de Comunidades de la Frontera Suroeste.

En los últimos meses la Patrulla Fronteriza ha reportado grandes grupos de inmigrantes indocumentados, especialmente centroamericanos, que cruzan la frontera de manera ilegal y se entregan voluntariamente a la Patrulla Fronteriza para solicitar asilo político.

Esa fuerza ha detenido en los dos últimos meses a 139.817 migrantes indocumentados a lo largo de la frontera con México, lo que supone un incremento del 86 % si se compara con las 74.946 detenciones realizadas durante el mismo periodo de tiempo durante el año fiscal 2018.

Se ha arrestado en esos dos meses a 68.510 unidades familiares y a 13.918 menores no acompañados.

“Debemos asegurarnos de que tratamos a los migrantes y solicitantes de asilo con dignidad humana y que brindemos la atención médica necesaria a cualquier persona bajo la custodia del gobierno de los Estados Unidos”, dijo Joaquín Castro, congresista de Texas y presidente electo del Caucus Hispano Congresional en un comunicado de prensa.

“El Congreso debería investigar esta tragedia al regreso de la sesión legislativa”, dijo Castro.

A este llamamiento se unió la congresista electa de Nuevo México Xochitl Torres Small, quien en un mensaje en su cuenta de Twitter calificó como “inaceptable” la muerte de niños bajo la custodia de los Estados Unidos.

“Necesitamos recursos médicos, personal, así como instalaciones seguras a lo largo de nuestra frontera, ahora. Se mueren niños bajo la custodia de los Estados Unidos y eso es inaceptable. Tiene que parar ahora”, subrayó.

Distintas organizaciones han denunciado las condiciones en las que están los migrantes a lo largo de la frontera con México.

Muchos de ellos pasan días o inclusive semanas a las afueras de los puertos de entrada esperando una oportunidad para presentar su caso de asilo político bajo la lluvia y las frías temperaturas del invierno.

En el año 2015 la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) presentó una demanda argumentando que los inmigrantes detenidos en el Sector Tucson en la frontera de Arizona no recibían agua, ni los alimentos necesarios.

También se quejaban de que en muchos casos se les quitaban los suéteres, mantas y abrigos que llevaban y de que pasaban horas e inclusive días en celdas frías, las llamadas “hieleras”, como las han bautizado los inmigrantes.

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