P. A.

LAS PALMAS. En pleno corazón de la capital grancanaria, frente a la sede central de la Cruz Roja en la isla, y a la luz del día María Elena Pedraza Velásquez, una inmigrante venezolana, fue asesinada ayer por su ex pareja sentimental de cinco puñaladas en el tórax, provocando el horror de los testigos de la brutal agresión. Ambos se dirigían, cogidos del brazo, a la citada institución humanitaria. A las puertas del centro comenzaron una discusión que se solventó con el asesinato.

Nada más cometer el crimen el delincuente, sobre el que pesaba una orden de alejamiento desde hacía catorce días, se dio a la fuga, perdiendo por el camino toda su documentación. Uno de los viandantes que presenció los hechos trató de retenerle sin éxito. La vida de la mujer, de 43 años, se truncó cuando iba a acceder a la sede de la Cruz Roja, donde el día anterior le habían citado para ayudarle a encontrar un empleo. Con las fuerzas muy debilitadas, consiguió entrar en el edificio para pedir ayuda, pero todos los intentos para reanimarla fueron en vano. Con lesiones en el tórax, el bazo, el corazón y la aorta, fallecía poco después en el Hospital Doctor Negrín, en Las Palmas de Gran Canaria. La pérdida de la documentación del homicida facilitó el trabajo a la Policía, que continúa con su búsqueda.