Santa Pola recibe como héroes a los 13 pescadores del 'Loreto'
Más de 200 personas brindan su cariño a los marinos y la Generalitat estudiará compensar sus pérdidas por el rescate de los inmigrantes
Las Provincias, , 22-12-2018valencia/alicante. Pasaban poco minutos de las 10 de la mañana cuando la silueta de ‘Nuestra Madre Loreto’ se dibujó en un mar brillante, bajo un sol aún bajo y un cielo sin nubes. Mediterráneo en calma tras los días de angustia, incertidumbre y temporales. Los 13 del ‘Loreto’, los que zarparon a por quisquilla y pescaron esperanza para 12 inmigrantes náufragos, entraban al fin en el puerto de Santa Pola.
«Hemos venido más de 200 personas. Estoy muy nerviosa y emocionada», narraba con voz inundada de ilusión Pepi Irles, armadora y madre del patrón del barco, poco antes de abrazar a su hijo y al resto de compañeros de mar. De la humedad del agua y el oleaje, a la de las lágrimas, el llanto de alegría y la euforia del reencuentro. Sentimientos a ritmo de aplausos, confeti y batucada. El muelle pesquero del puerto santapolero era una fiesta y una gran pancarta con las banderas de la Comunitat y España les saludaba: «Bienvenidos a casa. El pueblo está con vosotros». Ellos levantaban los brazos mientras la multitud coreaba: «¡Valientes, valientes!».
Volvían al fin tras su travesía más complicada. Entre quienes los recibieron estaba también el esposo de Irles, el armador Pepe Durá. Hace 12 años él ya protagonizó un rescate parecido en el que salvó a 51 subsaharianos. Acudió la corporación municipal al pleno, incluida la alcaldesa Yolanda Seva, y el secretario autonómico de Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero. Entre la multitud, vecinos, amigos, pescadores, familias y niños.
No era para menos. El buque ha pasado más de dos meses en el mar y una odisea. Zarpó de Santa Pola el pasado 14 de octubre a la campaña de la quisquilla, pero el jueves 22 de noviembre su actividad pesquera se paralizó con el auxilio de los inmigrantes. «Volveríamos a rescatar a cualquier persona en apuros en el mar», reflexionó el segundo patrón, Vicente Sempere, en declaraciones a LAS PROVINCIAS.
La falta de una decisión convincente por parte del Gobierno de España tuvo a los 13 del ‘Loreto’ paralizados en el mar durante diez días hasta que, finalmente, se les autorizó a desembarcar a los rescatados en aguas de Malta. Fue el 2 de diciembre. Desde entonces, han intentado volver a lo suyo: pescar. Pero en los últimos días el mal tiempo los ha sorprendido en los caladeros abocándolos a una campaña «bastante floja», como lamentaron Sempere y Durá. Pese a todo, su esfuerzo dejó 13 toneladas de quisquilla en la bodega refrigerada.
La Generalitat Valenciana anunció ayer que estudia posibles compensaciones económicas al pesquero de Santa Pola por las pérdidas a causa del rescate de los inmigrantes frente a las costas de Libia. Según expresó el Consell en un comunicado, el presidente Ximo Puig trasladó a los tripulantes esta posibilidad en virtud a un «gesto de solidaridad que enorgullece al pueblo valenciano».
El Ayuntamiento de Santa Pola ha decidido reconocer la labor «humanitaria y solidaria» de los marineros y concederles la insignia de plata de la Villa. El consistorio y su alcaldesa resaltaron la «impecable labor» demostrada por la tripulación y la valía de su «acto humanitario». Además, el consistorio solicitará al Consell que se les conceda la Alta Distinción de la Generalitat y al Gobierno de España pedirá que les otorgue la Medalla al Mérito.
Mientras, el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Fulgencio, diferenció ayer entre el caso del ‘Aquarius’ y el del ‘Loreto’. Según él, en la embarcación pesquera «no corría peligro la vida» ni de los migrantes rescatados ni de la tripulación. El Gobierno, dijo, «no puede utilizar el sistema de rescate como elemento normal o diario».
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