El paro es la principal preocupación para el 48% de los ciudadanos vascos, tres puntos menos que hace seis meses, y “muy por debajo” se sitúan la preocupación por la desigualdades sociales y el bienestar, que son citados por el 19%, seguidos de la situación política (10%), según recoge el último Euskobarómetro presentado este jueves en Bilbao.

El estudio, que elabora el equipo del Departamento de Ciencia Política de la UPV/EHU que dirige Francisco José Llera, ha sido realizado en función de los resultados de 1.200 entrevistas realizadas en domicilios vascos entre los pasados días 15 de octubre y 9 de noviembre.

Ocho de cada diez encuestados dicen sentir o haber sentido los efectos de la crisis (el 40% mucho o bastante y un 43% algo), y el desempleo se mantiene como la primera preocupación para los vascos, ya que es citado como el primer problema por el 48% de los encuestados, con un retroceso de tres puntos en los últimos seis. De esta forma, ha destacado Llera, el paro “ya suma 22 puntos de retroceso como principal problema en los últimos tres años, que son tiempos de optimismo, recuperación y mejora”.

Le sigue el epígrafe ‘desigualdades y bienestar’, el principal problema para el 19% de los ciudadanos, lo que supone un descenso semestral de dos puntos. Los problemas económicos, en general, son citados como primera preocupación por el 9% de los encuestados, y a mayor distancia aparecen la inmigración (3%), la vivienda (3%), la violencia, la pacificación, los presos o el “problema” vasco, que retroceden hasta el 1%.

Un 73,3% de los encuestados asegura que 2018 ha sido “un buen año” en lo personal, frente al 10,5% que expresa una experiencia negativa y un 16,3% que manifiesta escepticismo, tras tres años de estabilización en la clara recuperación del optimismo constatada a finales de 2015 (+20 puntos), y de retroceso correlativo del pesimismo (-14 puntos).

Las opiniones optimistas respecto a la situación de la economía vasca, el 32% (4), superan a las pesimistas, del 18% (-5), si bien predomina el escepticismo, con un 49% de encuestados (1) que cree que es “regular”, por lo que “la desconfianza en mayoritaria”, ha indicado Francisco Llera.

En relación a la situación económica española, sin embargo, el porcentaje más elevado corresponde a los que la consideran “mala”, un 53% (-6), mientras que un 40% (+6) la ve “regular” y un 5% “buena”.

Según ha destacado Francisco Llera, “lo llamativo es que caen los pesimistas, 34 puntos en tres años, pero no se incrementan en paralelo los optimistas, lo que quiere decir que la caída del pesimismo va a un cierto escepticismo y hay una cierta desconfianza”. “Se piensa que las cosas han mejorado, pero pueda pasar cualquier cosa en cualquier momento”, ha concluido.