GOLPE AL CRIMEN ORGANIZADO // UNA INMIGRACIÓN PELIGROSA >> REPORTAJE
Refugio del 'ladrón de ley'
El Periodico, 10-05-2006En una cumbre celebrada a finales de los 90 en Moscú, los barones de la mafia rusa, que en su mayoría son georgianos, hicieron un reparto de zonas de influencia. En aquella asamblea mafiosa se decidió que España sería un santuario, un lugar destinado a invertir dinero y a vivir. Zahar Knyazevich Kalashov fue uno de los numerosos ladrones de ley, como se autodenominan estos capos, que se instaló en España y siguió esas consignas.
“En España la principal actividad de los ladrones de ley rusos es blanquear su dinero”, dice un mando de los Mossos d’Esquadra especialista en las mafias del Este. En Catalunya, destinan sus principales inversiones al sector inmobiliario, con la compra de viviendas, solares rústicos y urbanos; a la restauración, con restaurantes y hoteles; la compra de amarres en puertos deportivos; a agencias de viajes, y a agencias matrimoniales. “Los ladrones de ley invierten a través de empresas pantalla a nombre de testaferros que casi siempre son rusos”, explica.
Lugar idílico
En opinión de este policía, el porqué de la catalogación de España, y sobre todo Andalucía, Valencia y Catalunya, como país santuario está claro: “Es un lugar idílico para ellos. Hay estabilidad económica y política, lo cual es perfecto para hacer inversiones; hay muchísimos turistas, con lo que pueden pasar desapercibidos, y hay buen sistema bancario. Pueden esconderse y estar lejos de los lugares donde operan. Además, el clima es agradable y a los rusos les gusta vivir bien”.
Según un alto responsable policial radicado en Madrid, en España reside una pequeña parte de los 200 grandes ladrones de ley rusos. No obstante, el número de lugartenientes es mucho mayor y puede superar el centenar de mafiosos relevantes.
Porque no todos los mafiosos son ladrones de ley. Estos son sólo una minoría. Son la élite, los príncipes de la mafia. “Para ser ladrón de ley tiene que coronarte esa élite cuando cree que ya has hecho méritos suficientes”, explica ese mando.
Los ladrones de ley forman una curia mafiosa que en sus origenes nació de la cúpula del Estado. “Es gente que siempre ha estado arriba y que en Rusia son el poder”, señala. En su origen, los ladrones de ley tenían un código de honor que establecía que no podían casarse ni tener negocios propios, sino que impartían justicia, distribuían los territorios y los negocios y recibían dinero de las mafias que están por debajo. “Son los que reparten el pastel”.
Los capos de la época de Kalashov tienen alrededor de 50 añosy crecieron alimentándose de los despojos de la difunta Unión Soviética. Muchos eran altos funcionarios que vieron rápidamente el negocio. De hecho, los especialistas de los Mossos d’Esquadra señalan que la instalación en Catalunya de las mafias rusas se produjo en tres fases.
La primera, entre 1990 y 1994, con la llegada de esos altos funcionarios enriquecidos a zonas como la Costa Brava. Entre 1994 y 1998, se produjo la consolidación, cuando el número de empresas con capital ruso se dispara. El tercer periodo se produce a partir de 1998 cuando esas inversiones se diversifican.
Fuentes georgianas en Barcelona señalan que, es en ese momento, “cuando hay intentos de los mafiosos rusos y georgianos de penetrar la esfera política catalana”.
Generación violenta
Otro especialista alerta de que en los últimos meses se ha entrado en una cuarta fase. “Han empezado a llegar mafiosos de una nueva generación, aún más violenta y con menos escrúpulos, que está en guerra con la anterior”, dicen.
A parte de las inversiones para blanquear el dinero a que se dedican los ladrones de ley, sus lugartenientes, en un escalón inferior, se han enriquecido en Catalunya gracias al tráfico de inmigrantes clandestinos, la trata de blancas, la prostitución, la extorsión y la explotación laboral, sobre todo en el sector de la construcción.
No obstante, todos los mandos policiales consultados coinciden en que los mafiosos rusos y georgianos son más discretos que los de otros países. Así, las redes rumanas se han especializado en la prostitución; la mafia italiana, en el blanqueo de dinero; los albanokosovares, en los robos a domicilios; y los colombianos, en la droga.
En cualquier caso, esos grupos criminales están en expansión en España. “Se han aprovechado de que en este país, con excepción de Galicia, no había estructuras mafiosas propias”, dice el mando policial desde Madrid, que añade: “España no ha sabido blindarse jurídica ni policialmente contra estos grupos y eso lo estamos pagando ahora”.
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