Una misión del grupo europarlamentario donde se enmarca Podemos que se encuentra en Níger denunció hoy que la política europea de “externalización del control de fronteras” ha tenido como consecuencia una “vulneración sistemática de los derechos de los emigrantes”.

En conversación telefónica con Efe desde Niamey, el eurodiputado Miguel Urbán, quien precisó que hablaba en nombre de Podemos, criticó a la Unión Europea por haber vinculado la ayuda a la cooperación al estado de Níger (uno de los más pobres del mundo) al control migratorio, hasta el punto de hacer del país “la frontera europea en el Sahel”, comparable a Turquía en el este.

Urbán, junto a su compañero Xabier Benito y la sueca Malin Björk han visitado durante dos días la ciudad de Agadez, punto tradicional de partida de las caravanas migratorias hacia el norte (desde Marruecos hasta Libia), y se han reunido con autoridades, oenegés y grupos de inmigrantes clandestinos.

Según el eurodiputado, Níger se ha convertido en un “alumno aventajado” de la UE tras la creación del Fondo Fiduciario de la UE para África en la cumbre de La Valeta de 2015, y de hecho ese mismo año aprobó, acuciado por la UE, una ley para criminalizar la actividad migratoria.

Todas las caravanas que antes salían abiertamente desde Agadez con inmigrantes pasaron a ser ilegales, pero no por ello dejaron de partir: ahora continúan saliendo pero alejándose de las rutas tradicionales (donde se encuentran los pozos de agua en el desierto) y exponiéndose a peligros muchos mayores.

“Es incalculable el número de muertes que esta política ha podido producir. Como el Mediterráneo, el desierto es otra fosa común sin testigos”, añadió Urbán a Efe en su conversación desde la capital nigerina.

La aplicación de las directivas de la UE provoca, según Urbán, no solo que los viajes sean clandestinos, sino que la misma presencia de los emigrantes en Agadez también lo sea y se vean obligados a vivir en guetos en condiciones muy difíciles y que los eurodiputados visitaron.

Además, el paso a la ilegalidad de las actividades migratorias ha dejado sin fuentes de ingresos a unas 6.500 traficantes y sumido a Agadez y toda su región en una gran crisis donde puede aparecer la xenofobia en cualquier momento, agregó.

“El dinero de la Unión Europea no va a la inmigración, sino al control migratorio. Uno se avergüenza de ser europeo”, manifestó Urbán, quien comparó esta “externalización fronteriza” a la que practica el presidente estadounidense, Donald Trump, con México.