Una marcha convocada por la ultraderecha en Bruselas para protestar por el Pacto Migratorio de la ONU firmado por Bélgica y que ha supuesto la ruptura del Gobierno federal desembocó ayer en graves incidentes y enfrentamientos entre los manifestantes y la policía belga. Según los datos facilitados por las autoridades, alrededor de 5.500 personas tomaron parte en la manifestación y el número de detenidos rondó el centenar. En paralelo a esta convocatoria, también se celebró una concentración de apoyo al Pacto Migratorio a la que, según la policía de Bruselas, acudieron 1.000 personas y en la que no se produjeron disturbios.

Los altercados se registraron junto al edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea, cuando varios de los participantes en la protesta lanzaron adoquines y vallas a los agentes. La policía respondió con gases lacrimógenos y un cañón de agua para dispersar a los manifestantes. Según la agencia de noticias Belga, al menos una de las cristaleras del edificio de la Comisión Europea resultó dañado. Antes de que se produjeran los enfrentamientos, cuando los manifestantes caminaban desde la estación central de Bruselas hasta la rotonda de Schuman, donde estaba programada la concentración, se lanzaron petardos, según varios medios belgas. Un portavoz de la policía de Bruselas indicó que 97 personas fueron detenidas, si bien no pudo precisar cuántos de ellas pasaron a disposición judicial.

En un primer momento, la convocatoria había sido prohibida por el ministro – presidente de la región de Bruselas, Rudi Vervoort. Sin embargo, el Consejo de Estado belga, un tribunal administrativo, levantó el veto el viernes al considerar que el temor a los disturbios que pudiera ocasionar la marcha no justificaba su prohibición. Entre los organizadores y asistentes a la manifestación contra el Pacto Migratorio de Naciones Unidas figuraban la ultraderecha flamenca del partido Vlaams Belang, la Asociación de Estudiantes Católicos Flamencos (KVHV) y la Asociación de Estudiantes Nacionalistas (NSV). El exsecretario de Estado de Migración, Theo Francken, miembro de la formación nacionalista flamenca N – VA y conocido por sus declaraciones contra la inmigración, publicó el sábado un vídeo en Facebook donde mostraba su apoyo a los manifestantes, aunque pedía que la protesta se dirigiera contra la política migratoria y no contra inmigrantes particulares.

El Pacto Migratorio ha sacudido esta última semana la vida política belga, hasta el punto de que la N – VA rompió la coalición de gobierno de la que era socia mayoritaria. La N – VA, que inicialmente había dado su visto bueno a ese texto no vinculante a favor de una migración ordenada y respetuosa con los derechos humanos, cambió de posición en las últimas semanas y dio un ultimátum al primer ministro, el liberal francófono Charles Michel, advirtiéndole de que si firmaba el pacto romperían la coalición, como finalmente ocurrió.