De campo de acogida a centro de retención
Canarias 7, 09-05-2006
Madrid
La municipalidad de Nuadibú asegura que el campamento de acogida levantado por el ejército español en la escuela número seis el pasado mes de marzo, tras la primera crisis de los cayucos, está siendo usado por la policía mauritana como centro de retención de inmigrantes, pese a las dudas expresadas por el Gobierno autónomo canario.
Admiten, sin embargo que el centro – conocido entre la población como el «pequeño Guantánamo» por las alambradas y el férreo control impuesto tras la entrega oficial a las autoridades mauritanas – no se utiliza como estaba previsto para acoger a los inmigrantes devueltos desde España – sólo se han repatriado 200 que fueron trasladados directamente a la frontera con los países Senegal y Mali – , sino para retener a los que intentan salir en cayuco de forma clandestina.
nacionalidades. La principal diferencia estriba en que si antes eran retenidos varios días en la comisaría mauritana de Lawaina, ahora pasan sólo uno o dos días en el centro levantado por el ejército español, para ser agrupados por nacionalidades y llevados de inmediato a los puestos fronterizos con sus países de origen.
Las autoridades mauritanas mantienen que la ayuda española fue clave para frenar el flujo migratoria desde sus costas, pero recuerdan que más allá del campamento y las dietas para sufragar el coste del traslado de los inmigrantes desde Nuadibú a Senegal y Mali (6.000 y 10.000 ouguiyas por persona, respectivamente), «todo lo demás lo estamos haciendo nosotros solos con nuestros escasos medios. Las cuatro patrulleras y la vigilancia conjunta todavía la estamos esperando».
Ya han arribado más ‘sin papeles’ que en 2005
En los primeros cuatro meses de 2006 han llegado 5.098 personas
(Foto: canarias7)AMPLIAR
Tenerife. Gran Canaria y Tenerife han sido las islas más afectadas con la llegada masiva de inmigrantes en 2006.
Las cifras del pasado año 2005 que reflejaban los resultados de la buena relación entre las autoridades españolas y magrebíes son cosa del pasado. Las nuevas rutas del África subsahariana han provocado que sólo en los cuatro primeros meses de 2006 hayan arribado a las costas canarias 5.098 inmigrantes. En 2005 fueron 4.751.
La escalada de esta marea humana ya se podía vislumbrar en el mes de diciembre con la llegada más importante del año, 870 irregulares, cuando la media era de 353 mensuales. En enero se detuvo a 718 inmigrantes pero el año no había hecho más que empezar. 1.108 fue el total de inmigrantes que arribaron a Canarias en febrero, la mayoría a la isla de Tenerife que se convierte así en el destino preferido de los cayucos procedentes de Mauritania.
Marzo fue realmente el mes más crítico del año. La llegada de 2.097 inmigrantes, 1.116 de ellos a Tenerife, provocó la reacción de todas las instituciones. De hecho, hasta la vicepresidenta del Gobierno español, la socialista María Teresa Fernández de la Vega, visitó el Archipiélago con la promesa de repatriar a la mayoría de los mauritanos, extremo que no se ha cumplido. Sólo se ha conseguido devolver a 170 de ellos.
Sin embargo, las negociaciones con Mauritania sí han parecido dar resultados en un punto: se ha logrado evitar la salida de muchos cayucos desde Nuadibú. En abril las cifras fueron más benévolas. A Canarias llegaron 628 inmigrantes, un pequeño respiro que permitió vaciar los acuartelamientos provisionales que se acondicionaron para acoger a los numerosos inmigrantes que no dejaban de llegar. A pesar de ello, la Delegación del Gobierno decidió no desmantelarlos esperando acontecimientos que, parece, se precipitan con la llegada de 547 personas en la primera semana del mes de mayo.
Los CIE aguantan la llegada
Incompletos. Los centros de internamiento para extranjeros (CIE) no se encuentran en malas circunstancias. En Gran Canaria hay 47 inmigrantes en sus 168 plazas. En el CIE Hoya Fría, Tenerife, se encuentran 153 en sus 238 plazas y en el Matorral, Fuerteventura, 587 en sus 1.070 plazas.
Península. La razón de que la situación esté tan controlada es los traslados de inmigrantes a la Península que se están produciendo de manera casi paralela a la llegada de cayucos. Sin embargo, todavía hay muchos inmigrantes en las comisarías de Gran Canaria y Tenerife esperando ubicación.
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