Cuando se cumple un año de la gran regularización de inmigrantes que estaban ya desempeñando un puesto de trabajo en nuestro país, y que permitió regularizar a casi 600.000 personas, hoy perfectamente integradas en nuestro mercado laboral y en nuestro sistema de Seguridad Social, el balance realizado por el PP ha sido muy negativo: asegura que aquella regularización engendró un potente ‘efecto llamada’ y que hoy existiría una bolsa de ‘sin papeles’ de 1,3 millones de personas, lo que ayer fue negado con rotundidad por el ministro Caldera. Muchos pensamos que el ‘efecto llamada’ proviene sobre todo del escandaloso gradiente de rentas entre el Norte y el Sur y no de otras circunstancias cuya incidencia no puede considerarse decisiva. Y creemos que, después de haber asistido a la asimilación plena de los nuevos trabajadores, hay que seguir avanzando por este camino con inteligencia.