ERENA CALVO

LAS PALMAS. La situación es insostenible y el apoyo del Gobierno central «a todas luces insuficiente». Paulino Rivero, presidente de Coalición Canaria (CC), daba ayer un «suspenso claro» a Madrid en la gestión del fenómeno de la inmigración irregular que ya ha dejado en el archipiélago en lo que va de año a más de cinco mil subsaharianos, cifra que supera en medio millar a todos los que arribaron vía marítima durante todo 2005.

Rivero criticó ayer que los apoyos «puntuales» del Ejecutivo de Zapatero «sólo» se han producido al destaparse mediáticamente la muerte de centenares de indocumentados en su travesía hacia Canarias. Fruto de esos esfuerzos, se vio reducida la llegada masiva de subsaharianos en abril, valoró Rivero. Sin embargo, al no actuar «con continuidad», hace dos semanas que comenzó un nuevo goteo que se convirtió en la segunda gran oleada este pasado fin de semana.

En el plazo de tres días medio centenar de africanos alcanzó distintos puntos de las costas canarias; llegando incluso en un cayuco 112 irregulares, el mayor de número de personas que ha viajado hasta las Islas en una de estas embarcaciones. Los nacionalistas consideran que se podrían haber arbitrado medidas para evitar esta situación, y que la política de inmigración del estado ha sido un «absoluto fracaso».

Por ello, Rivero anunció que su grupo en el Congreso de los Diputados será «contundente» y pedirá un «compromiso firme» en este campo; acción que iniciarán durante el Debate sobre el Estado de la Nación. Sin embargo, adelantó, «no retiraremos el apoyo al Ejecutivo central» en cuestiones como la subida de las pensiones, o la retirada de las tropas de Irak.

«Difuminan el asunto»

El presidente de los nacionalistas además acusó tanto al Ministerio del Interior como al delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, de «difuminar el asunto», al negar rotundamente la existencia de barcos nodriza. Rivero asegura que una «alta autoridad del Estado me confirmó que tienen fotos tomadas desde el aire del barco que fue obligado a retroceder, en vísperas de Semana Santa, donde se veía que cargaba en cubierta los cayucos que iban a usar para llegar a Canaria», recoge Acn.

Hipótesis que fue expuesta también este domingo por el portavoz del Ejecutivo canario, Miguel Becerra, a ABC. Para Becerra es «imposible creer que unas embarcaciones con motores de 40 caballos y con las malas condiciones del Océano de estos días» puedan alcanzar las costas canarias por sus propios medios. Máxime si se confirmase que al aumentar los controles en Mauritania, punto del que proceden la mayor parte de los cayucos, las mafias de la inmigración podrían estar empezando a desplazarse hacia al sur, más concretamente a Senegal – a 1.500 kilómetros de las Islas – , como publicaba ayer este periódico.