ERENA CALVO

LAS PALMAS. Medio millar de africanos han alcanzado distintos puntos de las costas canarias desde este viernes, sesenta de ellos arribaban ayer mismo a la isla de Gran Canaria. Cifra que hace temer al Gobierno regional que se produzca una nueva oleada como la que dejó desde febrero 5.000 indocumentados en tierras canarias, y obligó a instalar dos centros provisionales, que aunque ya están vacíos no han sido todavía desmantelados.

No es el único motivo de preocupación. El blindaje de las costas mauritanas, origen de la mayoría de las embarcaciones, podría haber provocado el desplazamiento de grupos de irregulares a Senegal para probar «suerte» desde una zona «menos controlada».

La cónsul de Guinea Conakry en el archipiélago, Alicia Navarro, que hizo recientemente una ruta por varios países africanos, relataba ayer a ABC que «la hipótesis es muy probable». De hecho, «nuestros contactos en África sí que apuntaban a Senegal y Cabo Verde como nuevo origen de algunas de las barquillas».

Las embarcaciones que emplean los senegaleses para faenar «son muy resistentes, y pueden permanecer en alta mar cerca de una semana». Sin embargo, informadores de la Confederación Española de Policía aseguran que, en caso de partir de Senegal – «a más de 1.500 kilómetros de distancia» – , sería necesario que los cayucos fueran remolcados por un barco hasta algún punto del Océano.

Una hipótesis que ha mantenido en reiteradas ocasiones el Ejecutivo canario. Su portavoz, Miguel Becerra, afirmaba ayer a ABC que «resulta casi imposible que una falúa con un motor de 40 caballos y con el mal estado del mar de estos días alcance nuestras costas por sus propios medios». Para el delegado del Gobierno en Canarias, sin embargo, son todo «fabulaciones y ganas de jugar con un tema serio».

Lo que sí es cierto es que después de un mes de abril relativamente tranquilo, que sirvió para vaciar los centros de internamiento del archipiélago, se enciende de nuevo la voz de alarma. Más de 4.000 indocumentados han sido derivados a península y de continuar el ritmo actual no serán los únicos.

«Madrid no cumple»

El Ejecutivo canario recordó ayer a Madrid que los compromisos adquiridos en la lucha contra la inmigración no son cosa «de un sólo día». El sentimiento de la sociedad canaria, dijo Becerra, es de «desprotección» ante «la entrada impune de centenares de irregulares». Y piden que se cumplan las promesas hechas: que se dote a Mauritania de medios materiales y patrulleras mixtas para atajar el problema, y que se haga un esfuerzo diplomático con los países del entorno. Becerra, además, retomó una vieja reivindicación de Coalición Canaria, «el control de nuestras fronteras, de las aguas que circundan las islas, y la definición de la mediana con Marruecos».