La Federación Regional de Organizaciones Empresariales de Transporte de Murcia (Froet) reclamó ayer a las autoridades competentes más seguridad en las áreas de descanso de las carreteras europeas, en especial en Francia, al «recrudecerse» la entrada de polizones en camiones que se dirigen al Reino Unido.

La patronal explicó, en un comunicado, que «las mafias están empleando métodos cada vez más audaces para estos asaltos», lo que «deja a los transportistas desprotegidos pese a las medidas de seguridad de las empresas para evitar que polizones se cuelen». Entre ellas, citó sensores de apertura de puertas y volumétricos que detectan la presencia humana en el interior o cerraduras especiales o precintos, entre otras.

De hecho, en un vídeo grabado en fechas recientes, se observa cómo varios polizones escapan por la parte superior de un remolque frigorífico. Habían logrado introducirse en el vehículo, al parecer, abriendo un rudimentario boquete en el techo, ante la perplejidad de los camioneros que estaban estacionados en la zona, que no daban crédito.

El secretario general de Froet, Manuel Pérezcarro, explicó que las empresas de transporte que circulan con destino al Reino Unido están teniendo de nuevo «enormes problemas» con los polizones, ya que aprovechan que no existen áreas de descanso seguras o aparcamientos que garanticen la seguridad del vehículo y de su mercancía. Los camioneros, denunció, «están parando muchos kilómetros antes de la frontera para que no se sepa su destino». La situación, advirtió, está provocando pérdidas económicas porque los dueños de la mercancía rechazan toda la carga si hay polizones a bordo. Un perjuicio que puede alcanzar los 25.000 euros por viaje con productos como lechuga o brócoli.

Además, la Federación Regional de Organizaciones Empresariales de Transporte de Murcia incidió en que son muy pocas las aseguradoras que cubren ese riesgo. Las que lo hacen suelen tener limitada la indemnización a 6.000 euros o incrementan sustancialmente el importe de la prima para asegurarse la rentabilidad.

Perezcarro se mostró convencido de que, por el cariz del último asalto del que se tiene conocimiento, con una veintena de polizones implicados, la implicación de las mafias es clara «porque se necesita la colaboración de gente externa para poder acceder al techo del camión». En su opinión, «esto no hubiera ocurrido si hubiera en toda Europa y en España áreas de servicio seguras, donde se eviten estas situaciones, en las que el pagano es el propio transportista, que se ve completamente desamparado».

El sector del transporte, lamentó, «es testigo, víctima y sufridor directo de este drama humano». En estos casos, el conductor suele quedar detenido y el vehículo inmovilizado, ocasionando «una angustia a los camioneros, que se ven impotentes y temen que les pueda pasar a cualquiera de ellos».