La aplicación del Índice de Necesidades Educativas (INE) para atender adecuadamente la creciente llegada de alumnado de origen extranjero es ya una realidad en Euskadi. El Departamento de Educación ha contratado este curso a 126 nuevos profesores de apoyo para aliviar la carga de trabajo y mejorar los resultados de aquellos centros que arrastran mayores necesidades. Desde septiembre, el gabinete que dirige Cristina Uriarte ha detectado 120 centros escolares públicos de Educación Primaria cuyo alumnado presenta un estatus socieconómico más bajo y una vulnerabilidad socioeducativa mayor. Es decir, colegios públicos cuya gestión es muy compleja porque tienen un alto índice de necesidades específicas.

Según avanza la viceconsejera de Administración y Servicios, Olatz Garamendi, el Departamento de Educación prevé aplicar el INE en las aulas de primero y segundo de educación Secundaria “a partir de enero”. La primera fase de este plan acordado con los sindicatos este mismo año culminará en “septiembre” del curso que viene con la extensión del INE a las aulas de tercero y cuarto de ESO de la red pública, que acoge al 67% del alumnado de origen extranjero.

Garamendi reconoce que la asignación de recursos a aquellos centros que más lo necesitan no es la panacea de todos los problemas. El INE, explica, “es solo un proyecto piloto y veremos cómo inciden estos apoyos en el éxito educativo del alumnado y si hay que reforzarlos”. “Este es solo un comienzo de algo que realmente merece la pena investigar y en su caso apoyar porque el INE es una medida derivada de la apuesta absoluta por la escuela inclusiva para aligerar la carga de trabajo de los profesores” que se enfrentan a contextos de gran diversidad.

El siguiente paso será llevar los apoyos del INE a los primeros 21 centros de ESO a partir del segundo trimestre. “Vamos a evaluar el INE a lo largo de este curso y ver cómo va incidiendo en los resultados del alumnado de manera que el año que viene veamos si son los mismos centros, se extiende a otros o si hay que modularlo”. A día de hoy, el índice elaborado por la Inspección y el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI-IVEI) mide varios indicadores para fijar si un centro tiene altas necesidades: resultados escolares en las seis competencias básicas, el porcentaje de alumnado que repite curso, el índice socioeconómico (ISEC) de las familias, el origen del alumnado y sus familias, la tasa de alumnado con necesidades educativas específicas de apoyo, alumnado con beca y el grado de continuidad del alumnado en el centro.

En función del análisis, este curso “hay 126 personas nuevas que están destinadas específicamente a este tipo de apoyo”. “Por el momento son profesores de listas sin una preparación especial, pero no descartamos que en el futuro tengan una formación específica para la atención a la diversidad”, afirma Garamendi. Asimismo, el Departamento prevé poner en marcha otras medidas, como adaptar los equipamientos y las infraestructuras de estos centros públicos para hacerlos más atractivos o “avanzar” en los “acuerdos de corresponsabilidad” con los centros en función del perfil de su alumnado.

Esto se suma a las mejoras en personal y que supone una inversión adicional de 77 millones de euros en el capítulo 1 del presupuesto de Educación del año que viene. En este sentido la viceconsejera recuerda que además de los incrementos salariales y deslizamientos 38,9 millones de euros, Educación destinará 40 millones más para hacer frente al acuerdo alcanzado este año con los sindicatos. Además del Índice de Necesidades Educativas (INE), este curso se han contratado 60 personas más para reforzar las aulas de 3 años con una ratio superior a 20 estudiantes, más 136 docentes por el adelanto de las sustituciones y otras 170 personas más para cubrir la reducción de un tercio de la jornada de los funcionarios de carrera mayores de 60 años. En total, 23 millones de euros.